La opinión invitada

Invernadero de la Hispalense, para la agricultura

  • Esta institución lleva más de 20 años dando servicio a los investigadores.

EL Servicio General de Investigación (SGI) Invernadero tiene como finalidad el apoyo a la investigación de grupos de la Universidad de Sevilla, otros organismos públicos de investigación y empresas con departamentos de I+D+i centrados en el campo de la Biología Vegetal. Al igual que los restantes Servicios Generales de la Universidad de Sevilla, surgió en respuesta a una política de oferta y racionalización de recursos.

El SGI Invernadero lleva más de veinte años dando servicio a los investigadores, pero desde su traslado a las instalaciones del edificio Citius Celestino Mutis ha dado un salto cualitativo que ha permitido ofrecer mejores infraestructuras soportadas por la más avanzada tecnología y modernos equipos para la investigación, todo gestionado por personal altamente cualificado y una dirección siempre dispuesta a dar apoyo técnico a los usuarios. El SGI Invernadero cuenta con más de 400 metros cuadrados de invernaderos de cristal, estructurados en módulos con control ambiental independientes, todos ellos integrados en un soporte digital. También cuenta con más de 100 metros cuadrados de superficie de cámaras visitables en las que el control ambiental es máximo, así como fitotrones de menor tamaño, germinadores y equipos de medición de fotosíntesis por intercambio de gases y de análisis de imágenes. Todo para permitir el mejor desarrollo de la experimentación en el campo de la Biología Vegetal, tanto básica como aplicada.

Entre los usuarios del SGI Invernadero, obviamente, destacan los grupos de investigación de la Universidad de Sevilla que dedican su actividad, sobre todo, a líneas de investigación relacionadas con la taxonomía, la ecofisiología y la biología molecular de plantas. Sin embargo, desde la ampliación del Servicio, existe un uso creciente por parte de otros usuarios, más relacionado con la investigación aplicada, en general, al campo de la agricultura, sea en su vertiente alimentaria o en la industrial. En este sentido, cabe reseñar la participación tanto de organismos públicos como el CSIC como de empresas privadas. Recientemente se han hecho ensayos con plantas tan diversas como vid, arroz, sorgo, maíz, girasol, fresa, soja, jatrofa, alfalfa, ajipa, caramiña, ricino, salicornia, tomate, pimiento o berenjena, en múltiples líneas de investigación relacionadas con la tolerancia a la salinidad y a metales pesados, estrés hídrico, control biológico de plagas, mejora genética de variedades, desarrollo de biocombustibles, efectos del cambio en la composición de gases de la atmósfera, de la composición del suelo o de su comunidad microbiana en la fisiología de la planta.

Estos estudios han sido desarrollados tanto por pequeñas y medianas empresas radicadas en nuestra comunidad autónoma (Agricultura y Desarrollo, Agroden, Agroindustrias Tropicales) como por grandes multinacionales relacionadas con el sector agrícola (Dupont-Pioneer, BASF, Fertiberia) que han apostado por la oferta tecnológica que la Universidad de Sevilla pone a disposición a través del SGI Invernadero, y que se ve reforzada por la posibilidad que le da su emplazamiento en el centro Citius Celestino Mutis, donde se integran los Servicios Generales de Biología, Microanálisis y Herbario, que ofrecen en su carta de servicios análisis que pueden servir de complemento a los ensayos realizados.

Aunque en toda investigación son indispensables las experiencias en campo, los ensayos en ambientes controlados como los proporcionados por las instalaciones del SGI Invernadero pueden ayudar a acelerar las primeras fases experimentales. El mantenimiento de las condiciones óptimas requeridas para cada especie posibilita acortar los ciclos y previene de contratiempos. Los módulos de invernadero del SGI Invernadero se encuentran climatizados, permitiendo el ajuste de la temperatura ambiental. Las cámaras de crecimiento son visitables, facilitando de ese modo el trabajo en su interior sin perjuicio del mantenimiento de los ajustes ambientales programados. Estas cámaras, fabricadas por Aralab, permiten no solo consignar temperaturas, humedades y fotoperiodo, sino que además son programables y pueden regular la intensidad lumínica, de modo que son capaces de simular amaneceres y atardeceres. A todo ello hay que unir que una de las cámaras permite obtener una atmósfera enriquecida en CO2 y otra de ellas se encuentra equipada con luces de alta intensidad, ofreciendo así un abanico de posibilidades a empresas y grupos con líneas de investigación relacionadas con estos fenómenos.

A veces, en los primeros estadios de una investigación, antes de evaluar producciones y grandes volúmenes, es conveniente observar el comportamiento fisiológico de las plantas objeto de ensayo. Un parámetro indudablemente fiable del estado de la planta es su capacidad de hacer fotosíntesis. El SGI Invernadero cuenta con un moderno equipo de medición de fotosíntesis basado en el intercambio de gases, que permite hacer mediciones bajo distintas condiciones de intensidad de luz y concentración de CO2.

En definitiva, la Universidad de Sevilla, a través del Citius y del SGI Invernadero en este caso, intenta abrir la posibilidad de usar sus infraestructuras, equipos y personal especializado a la sociedad en general. Durante largo tiempo los grupos de investigación de la Universidad han aprovechado esta oferta tecnológica, y últimamente se han ido incorporando a ella otros organismos públicos y empresas. El objetivo es poner a disposición de todo aquel interesado en I+D+i posibilidades que de otro modo necesitarían de una gran inversión, facilitar en suma el desarrollo de la investigación en el campo de la biología vegetal.

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