La consejera de Medio Ambiente, Cinta Castillo, salió ayer al paso de la información publicada por este diario sobre la obra que realizó en la que era su vivienda por entonces -los hechos se remontan a principios de la década- y que fue calificada de ilegal por la Gerencia Municipal de Urbanismo. Para Castillo, lo ocurrido con su ático fue "un intento de cacería política" por parte del Ayuntamiento popular, como demostraría a su juicio el hecho de que "puede haber unas 5.000 construcciones ilegales en la ciudad, de ladrillo y no de aluminio, y no se actúa sobre ellas".

La obra realizada por la consejera de Medio Ambiente, una estructura de aluminio que cerraba el ático, fue denunciada por sus vecinos y Urbanismo decretó el derribo de la misma por un aumento de volumen de construcción no autorizado. La actuación llegó incluso a los tribunales, desestimando el TSJA en 2001 la apelación interpuesta por Cinta Castillo, quien recuerda que "desmonté la estructura aunque podía haber recurrido".