El ex magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón defiende que "un error" como el cometido por la antropóloga forense de la Comisaría General de Policía Científica que realizó el primer informe sobre los niños desaparecidos en Córdoba "entra dentro de la normalidad", recordando "el control y la dirección" que deben hacer juez y fiscal sobre las investigaciones policiales. 

A preguntas de los periodistas antes de participar este jueves en la Diputación Provincial de Sevilla en la sesión final de las VI Jornadas de Actualización Jurídica, Garzón ha subrayado que el hecho de que "haya errores por parte de una antropóloga policial o que un informe policial no sea correcto, como también una decisión judicial puede errar, entra dentro de la normalidad".

Al hilo de ello, ha opinado que "quizás lo que sucede es que no ha habido una proximidad mucho más efectiva sobre ese periodo de la investigación", punto en el que ha abundado en la idea de que el juez y el fiscal deben ejercer "el control y la dirección de las investigaciones policiales". "Siempre deben estar encima, sobre todo cuando se trata de hechos criminales graves, con la complejidad añadida en este caso de la desaparición de dos menores", ha añadido. 

Baltasar Garzón ha considerado que "no pueden desarrollarse actividades sin una cooperación y una inmediación muy grandes", aunque "más allá de eso el error se puede producir y habrá que analizarlo", pues "lo triste es que se han podido perder pruebas de los hechos y un tiempo que podía haber sido muy preciado para el éxito de la investigación".

A su juicio, "el verdadero motor" en este caso "ha sido el empuje y el empeño de la madre" de los pequeños Ruth y José, aunque "en muchas ocasiones con falta de atención institucional". No obstante, la progenitora "ha conseguido que finalmente la investigación profundice y establezca los cánones por donde debe de ir, siempre con el principio de presunción de inocencia garantizado".

Rechaza la cadena perpetua

Sobre las voces que reclaman la instauración de la cadena perpetua en casos especialmente graves, el ex magistrado ha rechazado esta pretensión, pues ha dicho que las penas "no hay que transformarlas en una especie de venganza institucional", sino que "la gravedad de la pena debe de ir proporcionada a la gravedad del delito".

"Creo que las penas y los principios de cumplimiento efectivo son lo suficientemente amplios como para equipararlos de hecho casi a una cadena perpetua", ha estimado Garzón, quien ha opinado que, cuando se habla del tema de la cadena perpetua, "se tiene una imagen distorsionada de la misma y se acude a países como EEUU; sin embargo, hay otros sistemas como el francés, donde la cadena perpetua significa un cumplimiento mínimo de años y, a partir de ahí, la posibilidad de revisión".

Cuestionado también por una posible reforma de la Ley del Menor, Garzón ha asegurado no ser partidario de disminuir la edad penal, ya que "los 18 años son una edad adecuada para establecer el límite diferencial entre lo que es una responsabilidad penal y su cumplimiento" en la cárcel, y "otra que es la responsabilidad penal del menor, que puede ser a veces, en lo que se refiere al cumplimiento de la sanción, tan dura o más que una pena ordinaria". 

Por ello, ha concluido, "habría que reforzar" la Ley del Menor con medidas "mucho más" preventivas, educativas y de reinserción o reintegración en la sociedad.