infraestructuras

Grietas contra las dos ruedas

  • La falta de mantenimiento y el mal estado de los arcenes ponen en peligro a los ciclistas en la región

Parche de asfalto para tapar grietas en la A-477.

Parche de asfalto para tapar grietas en la A-477. / m. g.

El domingo 29 de octubre varios socios del club ciclista El Pedal hacían la ruta entre las localidades sevillanas de Gerena y Aznalcóllar. La carretera por la que discurrían, la A-477, conecta el pueblo minero con la capital hispalense, por lo que es habitual ver a grandes camiones circulando por esta vía autonómica. Los 6.500 vehículos que, de media diaria, circulan por sus dos únicos carriles no ayudan a mejorar las condiciones de una carretera que también ha sufrido el parón de inversiones que llegó con la crisis económica.

Pese a esta previsión, no todos los usuarios de la A-477 son optimistas respecto a posibles mejoras. Los ciclistas saben que, muchas veces, quienes proyectan las obras de construcción o rehabilitación de carreteras no se acuerdan de ellos. "No están acondicionadas y apenas son sometidas a labores de mantenimiento. sobre todo desde que corre a cargo de subcontratas", denuncia Fernando Villapol, miembro y ex presidente del mencionado club ciclista, que vio como aquel domingo uno de sus compañeros de ruta, José Manuel Díaz Juan, de 46 años, encajó la rueda de su bicicleta en una grieta en el arcén y sufrió un grave accidente de cuyas lesiones se recuperó en la UCI del Hospital Virgen Macarena de la capital. Su familia habla de casi un milagro. Este aficionado sevillano, a quien le queda ahora un largo período de rehabilitación, puede contarlo como un mal recuerdo que prefiere olvidar, pero Díaz Juan podría estar engrosando al día de hoy la trágica nómina de vidas segadas en la carretera. Incluso hay que hablar de suerte para el resto de sus compañeros, pues al ser él uno de lo que iban al final del pelotón su caída no provocó la temida montonera.

Las asociaciones de ciclistas lamentan que las carreteras no están diseñadas para ellos

Los 37 milímetros de grosor de la rueda de una bicicleta de carretera estándar cabían de sobra en la fisura de varios metros de longitud que, en algunos tramos de la carretera, está parcheada con asfalto para evitar accidentes. La grieta está justo en la línea continua que separa el carril de circulación con el arcén, que es la zona más castigada por la falta de mantenimiento que denuncia Villapol.

A la falta de inversión de la que todavía adolecen numerosas vías andaluzas -de competencia, estatal, autonómica y provincial- hay que sumarles los errores en planificación que tienen muchas carreteras cuando sus usuarios son ciclistas y no conductores de vehículos motorizados. "No están pensadas para bicicletas", lamenta Juan Manuel Mellado, de la entidad Acontramano, que reconoce que cuando se planifican infraestructuras viarias se contempla casi exclusivamente el uso del coche. Mellado llama la atención sobre el mal estado de muchos arcenes -cuando los hay, en carreteras secundarias son casi una excepción- lo que obliga a los ciclistas a utilizar la calzada, aumentando así la peligrosidad de sus rutas.

"La utopía es que las carreteras tuvieran un arcén acondicionado y limpio para no entorpecer la circulación de otros vehículos". apunta Manuel Rodríguez, presidente de la Federación Andaluza de Ciclismo, que explica que muchas veces las administraciones optan por una situación de urgencia en carreteras que presentan un mal estado de conservación. En esos casos, explica Rodríguez, se pintan de amarillo las señales horizontales y se colocan verticales para pedir precaución y que los conductores reduzcan su velocidad.

La proliferación de accidentes mortales de ciclistas en los últimos meses elevó la alarma y la Dirección General de Tráfico (DGT) se comprometió a mejorar la señalización de las vías interurbanas frecuentadas por los ciclistas. Entre ellas destacan también un aumento de la vigilancia aérea y terrestre de estas carreteras y la puesta en marcha de estudios para mejorar las infraestructuras.

Sin embargo, hay quien, pese a reconocer la buena voluntad de estas propuestas, critica la política general sobre el uso de la bicleta de las administraciones estatal y autonómica. Juan Antonio García Cebrián fue viceconsejero de Fomento y Vivienda durante el Gobierno de PSOE e IU en la Junta, con Elena Cortés al frente del departamento. Fue uno de los impulsores de la construcción de la red de carriles bici en Sevilla y, después, responsable de la elaboración del Plan Andaluz de la Bicicleta. La iniciativa contemplaba la mejora de las carreteras para adecuarlas al uso de ciclistas. Pero aunque avalada por el Consejo de Gobierno, quedó "enterrada", según García Cebrián, con la aprobación, este año, del último Plan de Infraestructuras para la Sostenibilidad del Transportes de Andalucía (Pista) 2020.

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