Andalucía

Guerra abierta en IU

  • Llamazares expulsa Alcaraz, Meyer y Monereo de la Presidencia · Una comisión revisará los censos de militantes de Andalucía, la mitad del total · Valderas afirma que la decisión es una declaración de "guerra"

A tres meses de las elecciones, la amenaza de escisión en Izquierda Unida es más real que nunca, más incluso que la posibilidad de que se alcance un acuerdo. El coordinador federal, Gaspar Llamazares, dio en la mañana de ayer un sorpresivo un golpe de mano al destituir como miembros de la comisión permanente de la Presidencia Ejecutiva Federal de IU a Felipe Alcaraz, presidente ejecutivo del PCE, junto a los también andaluces Willy Meyer y Manuel Monereo. La resolución fue aprobada con 30 votos a favor y sólo uno en contra después de que los críticos decidieran abandonar la reunión del órgano de dirección.

En el caso de Alcaraz, estaba previsto que siguiera dentro de la comisión, dejando su cargo de secretario de Relaciones Políticas para pasar a ser vocal. Sin embargo, el dirigente andaluz anunció que dimite de todas sus funciones en la comisión.

Meyer cesa como coordinador de Política Internacional, mientras que Monereo deja de ser adjunto a Áreas. Según la resolución, la Presidencia adopta estos cambios "ante la situación de excepcionalidad electoral en el trabajo de IU y para mejorar su capacidad de dirección colectiva y coherente con la línea política aprobada".

También hubo varios nombramientos, entre los que tiene una relevancia especial el de Antonio Cortés como responsable adjunto de Organización y Finanzas, de Extensión Organizativa y Censos de IU. Cortés, una vez constatados los "errores, dificultades y clarísimas insuficiencias en los censos de IU" durante el proceso de primarias para las elecciones generales, se encargará de peinarlos para ajustarlos a la realidad.

Esta situación, según la resolución aprobada, se constata se manera "mucho más importante" en la federación andaluza, por lo que decide la creación de una responsabilidad específica de censos de afiliados para Cortés, cuya tarea "más urgente debe ser la elaboración de un informe general del estado de censos de IU y su definitiva solución".

El interés de Llamazares por controlar los censos en Andalucía se explica en que 23.800 de los 50.000 afiliados de IU pertenecen a esta comunidad, cuya dirección, encabezada por Diego Valderas, se posiciona abiertamente en contra del coordinador federal.

La resolución aprobada prevé que los censos andaluces de IU sean revisados por una comisión compuesta por cuatro miembros de la dirección federal, dos de la dirección andaluza y dos "de las posiciones alternativas en Andalucía" [...] "supervisando su trabajo la Comisión Permanente Federal".

Valderas no se anduvo por las ramas a la hora de responder y acusó a Llamazares de iniciar un proceso de "guerra" desde una posición "ilegítima y antiestatutaria". "La federación andaluza sale más unida y más fuerte, como se ha demostrado a la hora de votar, ya que ningún andaluz miembro de la Presidencia ha apoyado esta resolución", dijo.

La escisión es prácticamente un hecho en la Comunidad Valenciana, donde IU y Partido Comunista están a sólo un paso de presentar listas independientes a los comicios, como ya ocurrió en Asturias con ocasión de las municipales.

Algunos de los portavoces críticos aludieron ayer a la necesidad de convocar una Asamblea extraordinaria que resuelva la situación, aunque habría que ver con qué censos y si ésta se pospone a después de las elecciones.

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