Andalucía

El 'HMS Ambush' violó la normativa de Naciones Unidas sobre el mar

  • Los submarinos de la 'Royal Navy' deben ir siempre por la superficie en el mar territorial.

El accidente sufrido por el submarino nuclear británico HMS Ambush el pasado miércoles en el Estrecho pone de manifiesto el constante incumplimiento por parte de la Royal Navy de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que establece que "en el mar territorial, los submarinos y cualesquiera otros vehículos sumergibles deberán navegar en la superficie y enarbolar su pabellón".

En incontables ocasiones se ha detectado la presencia de éste y otros submarinos de la Armada británica sumergidos en aguas de la Bahía y en sus inmediaciones, con el riesgo que conlleva en un lugar de tanto tráfico marítimo como es el Estrecho.

El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación español ha mantenido un discurso prudente desde que se produjo el choque entre el submarino nuclear y un buque mercante porque no quiere enturbiar las relaciones con Reino Unido antes de la reunión que el ministro, José Manuel García-Margallo, mantendrá en Londres, muy probablemente la próxima semana, con su homólogo británico, Boris Johnson.

Pero lo cierto es que el Gobierno español está más que descontento con el modo de actuar del Ejecutivo de Theresa May a raíz del accidente. Según explican fuentes ministeriales españolas, el enfado obedece en primer lugar a la falta de información precisa por parte británica. En un primer momento se comunicó que el choque se había producido en las aguas que el Peñón reclama como propias y después, que fue en aguas internacionales. Tampoco informó Londres a Madrid con certeza de los daños que sufrió el submarino, que si bien en un primer momento se dijo que tenía sólo dañada la torre de mando, en realidad también sufrió desperfectos en una aleta. De hecho, el HMS Ambush tuvo que ser remolcado desde el lugar del accidente, a más de cuatro millas, hasta la base naval de Gibraltar. Y ni en ese momento Reino Unido se dirigió a España para avisar de lo que ocurría.

Las mismas fuentes indican que el oscurantismo por parte británica es tal que realmente ni dos días después han explicado qué ocurrió realmente y qué daños concretos sufre la nave de la Royal Navy. En función del tiempo que el sumergible pase en Gibraltar se podrá saber si realmente los desperfectos fueron externos y, por lo tanto, menores. No se sabe qué sucedió entre el golpe (hacia las 13:30) hasta que a las 21:00 se detectó que el submarino era remolcado hacia el Peñón.

Existe un acuerdo tácito entre España y Reino Unido, que son socios en la OTAN, por el que el Ministerio de Defensa británico avisa al español cuando una nave militar va a atracar en la base naval gibraltareña. En este caso tal advertencia tampoco se produjo, lo que según las mismas fuentes ministeriales entraña peligro y creó cierta alarma en el Estrecho, por cuanto durante el remolcaje el HMSAmbush era extremadamente vulnerable.

El submarino británico se encontraba en el Mar de Alborán participando en unas maniobras navales conjuntas entre las marinas de Estados Unidos, Reino Unido y Francia acerca precisamente de la detección de este tipo de embarcaciones.

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