La imposición de la Consejería de Medio Ambiente de un plan para regular el acceso de vehículos a las playas de Los Genoveses, Cala de Carbón, Mónsul, Cala de la Media Luna y Barronal, pertenecientes al término municipal de Níjar y en pleno parque natural de Cabo de Gata, está empujando al Ayuntamiento de Níjar a poner en marcha su propia propuesta con la que pretende reducir de manera considerable el gasto de los usuarios.

Si bien la Junta de Andalucía tiene previsto ofrecer a los visitantes de las playas un servicio de transporte público por tres euros y de siete por los aparcamientos, que son propiedad del Grupo Playas y Cortijos, el consistorio nijareño está dispuesto a reducir la tarifa del autobús a sólo un euro y a tres los estacionamientos.

Sin embargo, la Administración autonómica no está de momento por la labor de reducir el gasto a los playistas y no acaba de inclinarse por la oferta del Ayuntamiento de Níjar a sólo un par de semanas de que se inicie la restricción de acceso de coches al litoral de San José.

El principal escollo está en la concesión que realizó la Junta de Andalucía a la empresa Autocares Bernardo para que se encargara durante cinco años del transporte público, del control y la regulación de la barrera de acceso y también de la vigilancia de los aparcamientos. La adjudicación comprende unos términos económicos que no se cumplirían de modificarse este sistema con la propuesta que ha llegado desde el Ayuntamiento de Níjar.

Aun así, la delegada provincial de Medio Ambiente, Sonia Rodríguez, se ha reunido con el alcalde nijareño, Antonio Jesús Rodríguez, para abordar la propuesta . Si la Junta no acepta, el Ayuntamiento de Níjar está dispuesto a prestar también el servicio, de manera que habría dos empresas de autobuses ofreciendo el viaje de ida y vuelta a las cinco playas del parque natural y a diferentes precios. Una situación que puede resultar más que inverosímil y que puede enquistar aún más la dura batalla que mantiene la Junta con el consistorio nijareño desde que se iniciaron las restricciones en el acceso de vehículos a las paradisíacas playas.