Andalucía

El PNV dice que la cuantía está "muy lejos" de lo que López habría aceptado

  • Zapatero asegura que su acuerdo traerá estabilidad y los populares le acusan de sucumbir al "chantaje" nacionalista

El portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Josu Erkoreka, calificó de "logro histórico" el acuerdo alcanzado para la transferencia de las políticas activas de empleo con una cuantía "muy lejos" de la que el lehendakari estaba dispuesto a aceptar.

En un artículo publicado en su blog, el diputado jeltzale explica que el acuerdo llegó tras un trabajo "largo y duro". En este sentido, recordó que, durante años, los socialistas respondían "que no, que no y que no" cuando se ponía sobre mesa esta transferencia, una postura compartida por el PP.

Erkoreka califica de logro "histórico" el acuerdo, con una dotación de 472 millones de euros, cantidad similar a la reclamada "desde siempre" por el PNV y "muy lejos" de lo que el lehendakari, Patxi López, estaba dispuesto a aceptar.

El presidente del PNV, Íñigo Urkullu, insistió por su parte en que el acuerdo sólo "abre la puerta" a las negociaciones de los Presupuestos y puntualizó que el PNV "no es el salvavidas de Zapatero" ni "la escalera en la que Rajoy puede apoyarse para una carrera electoral".

El acuerdo entre el PSOE y el PNV para garantizar la aprobación de los presupuestos de 2011 fue recibido con rechazo por el resto de formaciones políticas, que advirtieron de que puede suponer la ruptura de la caja única de la Seguridad Social, un extremo que el Gobierno negó.

"De la caja de Seguridad Social no sale ni un euro para esta transferencia, y quien diga lo contrario o no sabe lo que es la unidad de caja o está mintiendo descaradamente", afirmó el portavoz parlamentario socialista, José Antonio Alonso, en rueda de prensa en el Congreso.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, fue tajante al asegurar que el acuerdo es "bueno" porque da estabilidad y confianza económica, mientras la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, negó que rompa la denominada caja única.

En este sentido, el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, avanzó que la partida de bonificaciones sale de los Presupuestos Generales del Estado y no merma los ingresos de la Seguridad Social. Explicó que, según el principio de solidaridad financiera, el País Vasco compensará el "uso" que haga de las bonificaciones marcadas por la legislación estatal, aunque no precisó cómo se establecerá ese mecanismo.

También avanzó que este acuerdo "abre un camino" para el traspaso de la gestión de estas bonificaciones a otras comunidades autónomas.

Al respecto, el secretario de Estado de Cooperación Territorial, Gaspar Zarrías, señaló que se procedería en las mismas condiciones que se ha hecho para el caso vasco y adelantó que seis comunidades autónomas podrían solicitar esta transferencia.

Sin embargo, el Partido Popular acusa al Ejecutivo de "acabar" con el principio de solidaridad territorial y firmar un pacto que "rompe con la igualdad entre los españoles". Su portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, señaló que el pacto representa la "deslealtad" de Zapatero con el lehendakari, Patxi López, y que el acuerdo "rompe la caja de las pensiones" y "acaba de un plumazo" con 30 años de historia.

Por su parte, el presidente del PP en Álava y portavoz adjunto del Grupo Popular en el Congreso, Alfonso Alonso, aseguró que el acuerdo alcanzado "va más allá" porque Zapatero ha aceptado "el chantaje del nacionalismo".

El responsable de Economía del PP, Cristóbal Montoro, apuntó a Efe que su partido estudia presentar un recurso al Tribunal Constitucional contra el acuerdo de traspaso de políticas activas al País Vasco.

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