La portavoz sanitaria del PP-A en el Parlamento, Ana María Corredera, quiso preparar ayer con un poco de fogueo mediático su comparecencia (y la de la consejera de Salud, María Jesús Montero) en la Comisión parlamentaria de hoy, en la que está previsto se hable largo y tendido de los presupuestos sanitarios de 2009. Corredera salpimentó su intervención en la rueda de prensa convocada en la sede autonómica de su partido con diversas comparaciones entre el ejercicio presupuestario a punto de periclitar y lo que se sabe (a través del consejero de Hacienda y de la propia titular de Salud) de las cuentas públicas previstas para 2009: menor crecimiento, retrasos en infraestructuras ya anunciadas y recortes de personal. En este punto, la diputada popular incidió donde les va a doler este invierno (les duele ya) a los responsables de la sanidad pública andaluza: "La orden de no renovar los contratos eventuales en el SAS es una realidad", dijo.

La portavoz sanitaria del PP-A en la Cámara autonómica concretó esos supuestos planes de la Consejería de Salud (que no niega que haya contratos que no se renueven, pero no acepta que eso vaya a ser una norma general) en una cifra que, dijo, manejan algunos sindicatos: unas 6.000 serían las personas que perderían su trabajo en la sanidad pública andaluza en estos meses.

Se da la circunstancia de que, efectivamente, este asunto está siendo ya materia prioritaria de negociación entre las centrales representativas y los responsables del SAS.