El Parlamento tiene previsto aprobar el próximo Pleno la creación de una comisión de investigación sobre los ERE y el PP calentó ayer ya motores adelantando que no va a consentir que PSOE e IU quieran convertirla "en un paripé". Ante la posibilidad de que los socios de gobierno quieran dejar liquidadas las conclusiones antes de las vacaciones parlamentarias -se prevé que se habilite de manera extraordinaria el mes de julio-, el PP defendió que la comisión se desarrolle "sin limitaciones en el tiempo".

Esta advertencia la lanzó el vicesecretario de Estudios y Programas del PP-A, Jaime Raynaud, que dejó claro que su partido se convertirá en una "piedra" en el camino si la idea es darle "carpetazo"cuanto antes, cuando se debe llegar "hasta el final" y tomándose el tiempo "que sea necesario".

Con "sorpresa y preocupación" dijo Raynaud que su partido está viendo la actitud del presidente de la Junta, José Antonio Griñán, del que lamentó que esté "absolutamente mudo y escondido" pese a los últimos datos que se están conociendo, y consideró conveniente que "dé la cara" porque los ciudadanos "quieren saber".

Sobre el último informe de la Guardia Civil y la reacción de la Junta, en especial de la consejera de la Presidencia, Susana Díaz, que consideró que su contenido tiene más conjeturas que realidad, Raynaud consideró impresentable" su declaración, en lo que consideró un "menosprecio" e "insulto", y le conminó a rectificar. Raynaud pidió a la Junta que sea "respetuosa" con todas las instituciones y que no cambie sus argumentos dependiendo de si le da o no la razón a sus intereses.