Después de la tormenta no llega la calma. La debacle electoral de los socialistas en la provincia, carentes de capacidad de autocrítica desde un primer momento, se cobró ayer sus primeras y únicas víctimas. El presidente de la Junta y secretario general del PSOE de Andalucía, José Antonio Griñán, ha acabado a golpe de dimisiones -las de 27 de los 40 miembros de la Comisión Ejecutiva Provincial- con el llamado Clan de Cuevas que ha liderado durante los últimos catorce años al socialismo almeriense.

La partida se remonta prácticamente a su llegada en abril de 2009 a la Presidencia de la Junta  de Andalucía y ha tenido episodios contundentes hasta llegar al jaque mate de ayer. Primero fueron los ceses en la Administración autonómica del que fuera durante once años líder del PSOE de Almería, Martín Soler, y de su mentor, Antonio Llaguno. A continuación se incentivaron las voces críticas crecientes en el seno del socialismo almeriense, como la del propio José Antonio Amate, que viene arremetiendo contra la dirección sin reproche alguno desde hace ya años. Y el distanciamiento llegó a tal extremo que los delegados de la Junta en Almería eran nombrados sin  tener en cuenta lo más mínimo a los dirigentes socialistas de la provincia. Es más, en ese baile de delegados cayeron los más próximos a Diego Asensio y Martín Soler, como el que fuera subdelegado del Gobierno, Miguel Corpas, y Clemente García.

Uno tras otro fueron llegando golpes desde Sevilla contra los gestores del socialismo en la provincia y la  herida de ayer fue mortal. Por la mañana, más de la mitad de los miembros de la Comisión Ejecutiva provincial presentaron ante su secretario general la renuncia que, según estipulan los estatutos del partido, implicaba la "disolución" de manera inmediata del máximo órgano entre congresos.

A mediodía, el líder hasta ayer del socialismo almeriense, Diego Asensio, comparecía para hacer pública su dimisión y arremeter duramente contra José Antonio Griñán, a quien considera único culpable. Asensio aseguró que la decisión ya la había tomado en la noche anterior, horas antes de la fuga masiva de los miembros de la Ejecutiva provincial, fruto de las "continuas agresiones" que viene recibiendo del secretario general del PSOE de Andalucía. A juicio del también senador, "José Antonio Griñán se ha dedicado a perjudicar los intereses de Almería, anteponiendo de manera general sus intereses personales como secretario general del PSOE de Andalucía a sus deberes y obligaciones como presidente de todos los andaluces". Pero no se quedó sólo ahí. Asensio habló de un "talante autoritario" de Griñán con "comportamientos que no tienen sitio en mi escala de valores". Asensio considera que los únicos perjudicados de la estrategia de Griñán, de movilizar a los críticos para forzar su salida, son los almerienses. Arropado por los pocos apoyos que mantiene en el partido, el ex secretario general del socialismo almeriense afirmó que ya ha puesto la situación en conocimiento del vicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, y del secretario de Estado de Política Territorial, Gaspar Zarrías. Sin embargo, aseguró que le fue imposible contactar con el presidente de la Junta para comunicarle su renuncia.

Asensio no descarta presentarse en el futuro como candidato a la dirección provincialcuando se celebre un congreso, aunque dejó bien claro que no sería posible mientras Griñán esté al frente del PSOE de Andalucía. "No es un adiós, es un hasta mañana", dijo el senador al tiempo que deseaba suerte al equipo que esté dispuesto a ponerse al frente del partido en una nueva etapa. "Espero que esas personas cuenten primero con el apoyo de los afiliados y militantes y segundo con el respeto de la Ejecutiva regional y del presidente de la Junta".

En la propia Almería, el portavoz en funciones del grupo municipal del PSOE y máximo exponente de la corriente crítica, José Antonio Amate, fue quien se encargó de replicar a Asensio, para el que pidió la apertura de un expediente de expulsión del partido por sus "manifestaciones lamentables". En opinión de Amate, Asensio "ha mentido muy gravemente y ha descalificado [a Griñán]" porque la Ejecutiva regional "no tiene nada que ver con esto, es un movimiento interno".

Precisamente, la secretaria de Organización del PSOE-A, Susana Díaz, desaprobó los juicios de valor hechos por Asensio porque "no se ajustan a la realidad", a la par que agregó que la dirección socialista "no tolerará" que se descalifique al presidente de la Junta y secretario general del partido en Andalucía. Díaz enmarcó la crisis en el ámbito estrictamente territorial almeriense y rechazó que lo ocurrida suponga el inicio de un resquebrajamiento de la formación política a mayor escala por los resultados electorales del pasado 22 de mayo. En este sentido, la dirigente socialista interpretó la dimisión en bloque de más de la mitad de la Ejecutiva provincial como la culminación de un "tira y afloja" entre corrientes internas larvado en el tiempo, situación que la cúpula regional "lamenta".

Díaz agregó que espera por parte de Asensio que "recapacite y se dé cuenta de que ha incurrido en un profundo error", porque a su entender lo que ha pasado es "una reacción de militantes ocurrida dentro de la Ejecutiva provincial a pesar de la llamada a la unidad hecha desde la dirección regional".

Sea como fuere, el caso es que el que muchos consideran el jaque mate de Griñán a los que han dirigido durante 14 años el PSOE en Almería cierra una partida que abrirá otras en los próximos días. La junta gestora comenzará a funcionar de manera inmediata, con Antonio Bonilla -alcalde electo de Vícar- al frente,  y a partir de ahora se producirá la enésima renovación de los cargos provinciales en la administración andaluza. El Clan de Cuevas ya es historia. Comienza el proceso de regeneración del socialismo en Almería.