Parlamento Balance 2004-2008

El Parlamento bate su récord con más de 33.000 iniciativas en esta legislatura

El ejercicio contable parlamentario está a punto de cerrarse. Falta poco más de un mes de actividad en la Cámara andaluza -se disolverá previsiblemente el 14 de enero- y son ya 33.825 las iniciativas presentadas. Un salto exponencial si se compara con el anterior cuatrienio, en el que el volumen de trabajo se midió en 24.332 registros y que, porcentualmente, viene a confirmar la tendencia de crecimiento inaugurada en la quinta legislatura, cuando las iniciativas contabilizadas fueron 17.443, consolidándose así una tasa de incremento de más del 28 por ciento.

Esta dimensión matemática, que refleja la progresiva ganancia del Parlamento en dinamismo político, significará en esta etapa que concluye que las cuentas de todos los aforados arrojarán un saldo positivo. Algunos batirán récord en preguntas, solicitudes de comparecencias e interpelaciones, y otros se quedarán en lo mínimo que puede despacharse, amparados en sus tareas de partido u otras obligaciones que simultanean con su presencia en el Hospital de las Cinco Llagas.

La condición de socialistas de miembros del equipo gobernante reduce ostensiblemente el volumen de requerimientos al Ejecutivo, que mejor resuelven por otros canales directos que en el trámite parlamentario. De ahí que sea el PSOE el que menos iniciativas tiene en esta séptima legislatura.

Aunque su cuenta de resultados refleja 2.722 iniciativas hasta el 28 de noviembre -8,3 por ciento del total-, el barómetro individual da una suma de más de 7.800, dado que muchas de las peticiones planteadas llevan la firma de más de un parlamentario. Del montante global, 629 son solicitudes de comparecencias en comisión y 136 en pleno, 776 preguntas en comisión y 724 en pleno, y tan sólo diez preguntas escritas.

En el Grupo Socialista, el que más trabajo ha acumulado en este periodo ha sido el portavoz, Manuel Gracia, cuya firma rubrica buena parte de las cuestiones planteadas, 732 iniciativas -el 80 por ciento son solicitudes de comparecencia en comisión-, precisamente, por el cargo que ostenta, a las que habrían de añadirse sus intervenciones en plenos y comisiones.

En el ranking socialista de actividad el segundo puesto es ocupado por Isabel Muñoz Durán, que tiene inscritas hasta 539, y el último lugar corresponde al secretario de Organización del PSOE-A, Luis Pizarro, que tan sólo tiene en su haber dos: una obligatoria, la declaración de actividades y bienes e intereses, y el desarrollo del nuevo Estatuto de Autonomía, en el que participó como ponente y que marcó su agenda política tanto como sus responsabilidades de partido. Sin embargo, en esta tarea también se implicaron otros cuyo trabajo en la Cámara ha sido mayor que el suyo, tal es el caso de sus compañeros Gracia, Antonia Moro y José Caballos; los populares Antonio Sanz, Esperanza Oña y Carlos Rojas; Concha Caballero y Antonio Romero de IU, y Pilar González e Ildefonso Dell'Olmo del PA.

El único contador que está a cero en el PSOE, como es obvio, es el de los siete parlamentarios que compatibilizan este trabajo con tareas de gobierno como consejeros -Presidencia, Educación, Agricultura y Pesca, Economía, Innovación, Medio Ambiente, Cultura-, el presidente de la Junta, Manuel Chaves, la presidenta de la Cámara, María del Mar Moreno, o la secretaria general de Relaciones con el Parlamento, Clara Aguilera.

La táctica de varios diputados por iniciativa e iniciativas en serie sobre lo mismo pero con distinta ubicación geográfica proliferan entre el principal grupo de la oposición. De ahí que el desfase entre el cómputo global de iniciativas presentadas, 22.825 -69,6 por ciento-, y las planteadas a nivel particular se disparan hasta cerca de 6.000 asuntos.

El parlamentario con el recuento más abultado es el gaditano Jorge Ramos Aznar. Hasta 3.371 iniciativas tiene registradas, siendo en su mayoría preguntas escritas -939- y preguntas orales en Comisión y en Pleno -casi doscientas-. Carolina González Vigo, con 2.273 cuestiones planteadas, es fiel reflejo de una de las estrategias antes mencionadas, al haber llegado a inscribir el pasado 22 de noviembre de una sola tacada 99 preguntas escritas sobre la situación de las estaciones depuradoras de aguas residuales de otros tantos municipios andaluces.

En el lado diametralmente opuesto está el alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez. Sólo se le contabilizan 18 iniciativas, de las que dos corresponden a este año. Si la razón de su escasa participación radica en su deber como regidor, ésta pierde valor si se compara con su compañera de partido y presidenta del Grupo Parlamentario, Teófila Martínez, que atesora 204, también es alcaldesa de capital, en este caso, Cádiz, y senadora. No obstante, el escaso trabajo parlamentario de Rodríguez parece no preocupar en su partido. Arrastra un buen número de votos, y por eso repetirá como número uno en las autonómicas por su provincia.

La portavoz del grupo, Esperanza Oña, que también es alcaldesa de Fuengirola (Málaga), cuenta con 799 iniciativas registradas; una cifra que concuerda con la media entre sus compañeros de grupo, e incluso la supera, ya que se sitúa en las 770 propuestas. El peso de la portavocía, al igual que en el caso de Gracia y de sus homólogas de IU y PA, Concha Caballero y Pilar González, respectivamente, añade un trabajo extra de participación.

Del cómputo total de iniciativas populares, 10.662 son preguntas escritas, 1.348 son preguntas orales en comisión y 914 en pleno, y las comparecencias solicitadas ascienden a 1.038 en comisión y 237 en pleno. Las interpelaciones se reducen a 132 iniciativas.

De entre los parlamentarios de IU es el veterano Antonio Romero el que más registros tiene, con 1.179, seguido de cerca por Pedro Vaquero e Ignacio García, con más de un millar, y de lejos por José Manuel Mariscal y Caballero, en este último caso justificado por su condición de portavoz. Lo mismo le sucede a la andalucista Pilar González -un centenar de iniciativas-, muy atrás respecto del resto de sus compañeros de escaño, en especial, de uno de los que no repetirá el próximo cuatrienio, Antonio Moreno, que se despide con algo más de medio millar.

Aunque el cómputo matemático de iniciativas no es la mejor fórmula de medición de cuatro años de trabajo, es una vía de valoración, pero en la que hay espacio para los matices. Son muchas las iniciativas que guardan más de una firma parlamentaria -en algunas es preceptivo según el Reglamento del Parlamento, como así sucede con las solicitudes de comparecencia que deben ser suscritas por cinco diputados-, lo que dispara las sumas globales. Pero también son muchos los que inflan su cuenta, sobre todo con preguntas escritas miméticas, abundando los ejemplos de series innumerables de cuestiones en las que lo único que varía es el foco de interés, bien sustituyendo localidades o provincias. Algo que desde el Ejecutivo se observa no como el resultado de una tarea de control al Gobierno propia de la oposición, sino como un ejercicio para "colapsarlo".

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