Andalucía

Santiago Herrero: “Para crear empleo hay que cuidar más a las empresas”

  • El presidente de los empresarios andaluces critica la burocracia excesiva de las administraciones, a las que acusa de frustrar algunas inversiones.

DESDE su atalaya en el despacho de la isla de La Cartuja, Santiago Herrero León, presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), divisa un panorama mejorable para la economía andaluza. 

–¿Ve brotes verdes en el horizonte andaluz?

–Veo que en estos momentos puede haber datos parciales, sin valor estadístico, que reflejen una situación mejor, en teoría. Pero a veces esos datos no son positivos, sino menos malos.

–Como el paro, que dicen “este mes ha subido menos que el mes pasado”. Pero no ha bajado….

–Claro, o cuando dicen que las exportaciones en vez de descender un 40% bajaron un 30%. Eso no es positivo. Creo que se está acabando el tiempo de tomar decisiones. El día que se resuelva la crisis a nivel mundial, como no tengamos los deberes hechos en Andalucía, tardaremos más en salir.

–¿En Andalucía se nota más la crisis?

–Por nuestras circunstancias, en Andalucía cuando se crecía lo hacíamos por encima de la media española. Y ahora, cuando se ha bajado, estamos más débiles. Esta crisis nos da de lleno, porque se nota más en nuestros factores de competitividad. Afecta a la construcción, asociada al turismo, y al consumo. Por tanto, estamos peor.

–¿Y las medidas tomadas contra la crisis, ¿qué le parecen?

–Unas son adecuadas, otras a medio camino, y lo peor es que tardan muchísimo tiempo en ponerse en marcha. Además se les añaden unos condicionantes que las limitan. En una situación de pleno empleo esto sería diferente. Pero las prioridades deben adaptarse a nuestra situación económica.

–¿Un ejemplo de inadaptación?

–El caso de los chiringuitos, que dan empleo estacional a unas 40.000 personas. ¿Es el momento de debatir si los quitan? ¡Si estamos en una situación crítica! No es una prioridad eliminarlos ahora.

–¿Los chiringuitos tienen tanto peso en la economía andaluza?

–Tienen su público y dan trabajo. Es una forma de entender el ocio en la playa y son apreciados por los turistas extranjeros. Lo que quiero decir es que no se puede poner en juego la estabilidad de las empresas, creándoles inseguridad en el peor momento. 

–¿Qué medidas económicas debería tomar la Junta?

–Hay que cuidar más a las empresas, porque de ellas depende el empleo, y también a los inversores. No se puede tardar 20 años en resolver un proyecto. Hay que crear una oficina de inversión que aglutine las tramitaciones. Debe haber un Gobierno andaluz, no la suma de 15 consejerías o, peor, de 100 delegaciones provinciales. La creación de una ventanilla única a veces ha sido el trámite 17, después de los 16 anteriores. 

–Quizá cambie ahora. Zapatero anunció en la última campaña que Andalucía será el nuevo modelo de la economía sostenible.

–Sí, bueno, por cierto lo dijo en un mitin. Me parece necesario pensar de qué vamos a vivir en el futuro, pero lo esencial es saber de qué vamos a vivir en el 2010. Y para eso hay que ver nuestros factores de competitividad. Necesitamos mejorar en el turismo, la construcción y el consumo, que es nuestra especialización, con independencia de que pensemos en el futuro.

–No le veo muy convencido del nuevo proyecto.

–Si lo que se quiere hacer es un experimento, no estamos para experimentos. Si lo que se pretende es invertir más, bienvenido sea.

–Diversos estudios sobre los jóvenes andaluces concluyen que a la mayoría le gustaría trabajar como funcionarios. Hay poco espíritu emprendedor…

–Estamos trabajando en eso. En tiempos pasados se creaban en Andalucía 6.000 u 8.000 empresas al año. Sin embargo, en los últimos 10 años se han creado un total de 150.000. Pero hay algo que es importante. Los jóvenes se mueven en función de referentes. La sociedad valora al artista, al deportista… Pero no al empresario. Así el joven no lo ve como un referente. Así es más difícil.

–Pero ustedes insisten en flexibilizar el despido. Eso también da mala imagen.

–Debe quedar claro que el objetivo empresarial es que la contratación sea más flexible. Hay que permitir a las empresas adaptarse al mercado, porque sólo así pueden competir. Es difícil crear una empresa, hay que cuidarla para que siga generando empleo. El emprendedor que se desilusiona ya no vuelve a invertir.

–¿Cree que con un despido más flexible habría menos paro?

–Con más posibilidades de adaptación a la realidad habría mayor agilidad para las contrataciones. Piense que los trabajadores pierden sus empleos, pero muchos empresarios pierden todo su patrimonio con la empresa. Hay que buscar unas condiciones favorables para contratar. Además no se puede pensar en un empleo para toda la vida en una sola empresa.

–Cada vez hay menos empleos para toda la vida…

–Porque no se corresponde con la realidad económica. Ya no se puede pensar en que siempre va a trabajar uno en la misma empresa donde estuvo su padre y su abuelo. En algunas entidades importantes incluso está mal visto, al analizar los currículos. Se valora menos haber pertenecido a una sola empresa, porque les parece que no tuvieron méritos para ser contratados por otras.

–¿No es un contrasentido pedir más flexibilización, mientras se aprueban ERE masivos?

–Los ERE necesitan una regulación administrativa. Pero son más significativos a nivel mediático, por su repercusión social. En la mayoría de los casos no se pierde el puesto de trabajo. En el primer cuatrimestre de 2009 hubo 6.624 ERE, que afectaron a 227.000 trabajadores. De ellos, los de extinción de empleo alcanzaron el 25%. Pero hubo un 67% de suspensión temporal y un 8% de reducción de jornada.

–¿Por qué Andalucía es tan débil ante el paro?

–Influyen causas estructurales. Tenemos un gran peso del sector agrícola. Había una población procedente del campo, poco formada. Se ha mantenido a esa población con una economía dependiente de las administraciones. Por otra parte, hay muchos andaluces que viven en ciudades medianas. El 50% de la población no reside en las capitales de provincia. Eso es bueno, porque mantiene equilibrio en el territorio, pero origina una mayor necesidad de desarrollo y servicios. En Cataluña y en Madrid, el 80% de la población se concentra en el área metropolitana de la capital.

–¿Hay soluciones?

–Es imprescindible crear un tejido de pequeñas y medianas empresas para aumentar el empleo y fomentar el desarrollo rural. Las administraciones andaluzas, en general, son poco sensibles ante el hecho empresarial. Se arbitran medidas ilógicas, que condicionan actividades. Para un empresario el tiempo es vital. Si un proyecto para un traslado de un pueblo a otro se aprueba dentro de cinco años, las circunstancias pueden cambiar y hacerlo imposible.

–¿Le parece mala la gestión económica de la Junta?

–Procuramos crear espacios de entendimiento, que son beneficiosos para todos. La valoración política corresponde a los ciudadanos. En la CEA queremos que sean sensibles con las empresas.

–Pues hay quien dice que la Junta tiene comprados a los empresarios y los sindicatos con sus subvenciones.

–Es una teoría falsa. No recibimos subvención ni ayudas de los presupuestos de la Junta. Los fondos públicos para formación tienen todo tipo de controles. Están sometidos a 18 procesos de control y nunca hemos tenido solicitudes de reversión. La CEA actúa con independencia. Otra cosa es que busquemos acuerdos necesarios con la Administración y los sindicatos.

–¿La concertación ha sido eficaz en Andalucía?

–Por supuesto. Hace años se perdían millones de horas de trabajo. Eso ha cambiado. No es una compra de la paz social, sino alcanzar más estabilidad a través del diálogo. Es verdad que estos acuerdos tienen una repercusión política, pero sólo los firmamos cuando estamos conformes. Es una demanda de la sociedad.

–Vuelvo a lo del principio. ¿Hemos tocado fondo con la crisis?

–Los analistas parecen tener consenso en que se ha tocado fondo. Pero no sabemos cuando acabará. Sólo sabemos que acabará. 

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