El comisario Valentín Bahut, que mandaba la Udyco Costa del Sol durante la investigación del caso Malaya, sostuvo ayer ante el tribunal que juzga la presunta corrupción en Marbella durante los últimos gobiernos del GIL que el juez instructor, Miguel Ángel Torres, habló con él de este asunto antes de que la Fiscalía Anticorrupción formulara la denuncia que dio lugar al procedimiento judicial. Esta afirmación del comisario levantó ayer una fenomenal polvareda en la bancada de las defensas que, lideradas por la letrada Rocío Amigo, defensora de Juan Antonio Roca, interpusieron un incidente de nulidad de las actuaciones por infringir la Constitución y el Convenio Europeo de Derechos Humanos.

La letrada argumentó que Malaya "existió de hecho antes que de derecho" y sugirió que se vulneró el derecho constitucional a un juez imparcial predeterminado por la ley desde el momento en que el magistrado Miguel Ángel Torres ya hablaba de la investigación con un mando policial antes de que se formalizara la denuncia y antes de que el asunto le correspondiera a él por turno. La denuncia de Anticorrupción que precipitó la investigación sobre la corrupción de Malaya tuvo lugar después de que el jefe de los servicios jurídicos de Marbella, Jorge González, en el procedimiento por delito urbanístico en el hotel Guadalpín, declarara que Roca tenía sometidos a los cargos electos y a los técnicos.

La letrada Rocío Amigo acusó al juez y al fiscal Anticorrupción Juan Carlos López Caballero de haber convertido la declaración del jefe de los servicios jurídicos de Marbella en "una excusa perfecta para incoar un procedimiento que previamente tenían decidido". Sin embargo, el tribunal desestimó el incidente de nulidad, fundamentalmente porque la declaración del testigo "no aporta nada nuevo" a lo ya resuelto en las cuestiones previas.