Andalucía

Valderas gana, pero le echan el pulso

  • Sólo Andalucía, junto a Extremadura, llevará listas separadas a la asamblea de IU que reelegirá a Cayo Lara en Madrid · La alianza crítica, que suma a los más radicales con los más templados, logra un 30%

IU de Andalucía, la gran única federación de esta formación que gobierna en alguna comunidad autónoma en España, no acudirá unida a la asamblea federal que celebrará dentro de dos fines de semanas en Madrid y, aunque los de Diego Valderas preferían haber optado por una lista única, los críticos le han dado la oportunidad de medir sus fuerzas. Gana Valderas, con el 70% de los votos, y con él, aquellos que apoyan el Gobierno de coalición con el PSOE, pero tienen enfrente a un grupo variopinto que difiere, radicalmente, de esta pertenencia. Este resultado, que sólo valdrá para obtener la representación con la que se debe reelegir a Cayo Lara como coordinador federal, es, no obstante, una suerte de ensayo para la asamblea andaluza, para la que aún no hay candidato. Fuentes de IU sostienen que Valderas aún sopesa si presentarse a una reelección para la que haría falta cambiar los estatutos, pero, sobre todo, la asamblea ha servido para definir cuál es el grado de satisfacción de los socios del PSOE. Y, aunque hay cierto malestar en las bases, o "bastante", según otros de los consultados, la coalición tiene, de momento, el futuro inmediato garantizado.

El resultado de la asamblea celebrada este fin de semana en Córdoba es de 70 a 30, de lo que resultan 39 delegados para la lista encabezada por Valderas, coordinador regional de IU y vicepresidente de la Junta, y 19 para el teniente de alcalde de Pedrera Álvaro García Manchueño, que reúne a los más radicales de la federación en Andalucía, el Colectivo de Unidad de los Trabajadores (CUT) que lidera Juan Manuel Sánchez Gordillo, más la Izquierda Abierta de Gaspar Llamazares: es decir, la formación más izquierdista, casi unos antisistema, junto con aquellos que se sitúan fuera de la hegemonía del PCE y estarían más cercanos a las posiciones socialdemócratas. De este modo, sólo Andalucía y Extremadura, donde IU atraviesa por una crisis de calado, irán por separado a Madrid, a pesar de que la voluntad de Lara era la de celebrar un cónclave lo más tranquilo posible, con una única candidatura, donde él saliese reforzado ahora que las encuestas saludan a una formación que estuvo a punto de desaparecer en la marginalidad extraparlamentaria.

Valderas lleva en su lista a algunas de las figuras más conocidas de IU: José Antonio Castro, portavoz parlamentario de su grupo; José Manuel Mariscal, secretario del PCE en Andalucía, y Alberto Garzón, el diputado malagueño veinteañero que reúne a algo más de 100.000 seguidores en su cuenta de redes sociales. A Valderas le apoya, básicamente, el PCE, y en especial su secretario general, José Luis Centella, aunque en el viejo partido han comenzado a oírse algunas voces críticas, sobre todo en la provincia de Sevilla y entre algunas figuras históricas, como Felipe Alcaraz. Este 70%, aun consciente de que la participación en el Gobierno de José Antonio Griñán le está acarreando algunos problemas con una militancia que nota los ajustes en educación y en sanidad, es partidario de seguir en el Ejecutivo.

No es el criterio de quienes ocupan la zona más templada de IU, adscritos a la corriente Izquierda Abierta, que en la lista en la que van de la mano del CUT colocan al ex alcalde de Córdoba Andrés Ocaña, al granadino Raúl García o a la delegada de Fomento de la Junta en Sevilla, Granada Santos. No deja de ser chocante que este cargo público del Gobierno andaluz forme parte de una lista que solicita la salida del Ejecutivo y que califica de antisocial el presupuesto. Para estos críticos, el pacto con los socialistas está erosionando la confianza de las bases. Sobre esto último, se apunta al fiasco de la comisión de investigación parlamentaria de los ERE, donde IU no ha conseguido su propósito de hacer un relato político de lo sucedido debido a una suerte de alianza arbitraria entre los intereses contrapuestos del PP y del PSOE.

En cualquier caso, lo que sí indican los sondeos es que IU se beneficia electoralmente en Andalucía del pacto de gobierno con los socialistas; es verdad que la formación también sube en otras comunidades, pero los de Valderas contarán con próximas encuestas para hacer ver que la alianza les está fortaleciendo.

Después de que el fin de semana del 15 de diciembre Cayo Lara salga reelegido coordinador general, aunque ahora es posible que cuente con algún problema añadido desde Andalucía al no haber conseguido que la CUT se aliase con Valderas, tocará el turno de las comunidades autónomas. El vicepresidente de la Junta no podría presentarse según los estatutos de su formación, porque lleva ya tres mandatos, y este último es considerado como excepcional, pero una amplia mayoría podría modificar el texto para que siguiese al frente de IU. Ello daría estabilidad al Gobierno de coalición y a la formación, evitaría la bicefalia.

En principio los de Valderas habían pensado en relevarlo en la figura del portavoz José Antonio Castro, pero éste no quiere por razones personales. Fuentes críticas con Valderas opinan que, finalmente, él será el candidato, porque si no, "ya habría anunciado su salida". Valderas, en cualquier caso, adoptará esa decisión con ese 70%, entre el que se encuentra la consejera de Fomento, Elena Cortés, otra de las jóvenes de IU con aspiraciones. Formalmente, Cortés ha indicado que ésa no es su carrera, pero no será hasta marzo o abril cuando IU aborde su elección de líder en Andalucía.

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