Andalucía

La tortuga y los buitres hallados en Algeciras no murieron por el vertido

  • Según los análisis de la Consejería de Medio Ambiente, la tortuga murió tras impactar contra la hélice de un barco y los dos buitres murieron cinco días antes de encontrarlos

La necropsia realizada a la tortuga boba y a los dos buitres leonados hallados muertos en la playa del Chinarral de Algeciras el pasado domingo ha descartado que fallecieran a causa del vertido oleoso procedente de los tanques de residuos incendiados en Gibraltar. 

La Consejería de Medio Ambiente ha informado en un comunicado de que las pruebas realizadas por sus veterinarios indican que fallecieron antes de quedar impregnados del hidrocarburo. 

El cadáver de la tortuga boba ha sido analizado en el Centro de Gestión del Medio Marino de la Consejería de Medio Ambiente en Algeciras. 

Los veterinarios han concluido que la tortuga murió, "con toda probabilidad", tras impactar contra la hélice de un barco, como muestran dos cortes profundos en su caparazón, uno de los cuales fue lo suficientemente grave como para causarle la muerte. 

El animal, que presentaba un estado de putrefacción avanzado, no tenía restos del vertido en la tráquea. 

La necropsia practicada a los dos buitres leonados  -llevada a cabo en el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas de El Puerto de Santa María - ha determinado que el estado de descomposición indica que las muertes se produjeron al menos cinco días antes del hallazgo. 

La ausencia de material del vertido en la tráquea, esófago y buche determina que los animales entraron en contacto con la sustancia oleosa una vez que estaban muertos. 

Las pruebas apuntan a que las aves cayeron al agua por el temporal de levante o porque estaban agotadas y desnutridas y que una vez que se mojaron las alas no pudieron remontar el vuelo y murieron ahogados. 

Por otra parte, los técnicos de la UVAM de la Consejería de Medio Ambiente continúan realizando una inspección minuciosa de todo el litoral del Campo de Gibraltar. 

Han revisado varios tramos de costa en Algeciras, Los Barrios, San Roque y La Línea considerando la posibilidad de que el viento hubiese originado el arrastre del vertido hacia otras zonas, extremo que ha quedado descartado. 

En la zona final de la ensenada de Getares hasta el faro de Punta Carnero (unos 2,3 kilómetros aproximadamente), en Algeciras, existen algunas rocas impregnadas por manchas oleosas. 

Las características de los accesos a la zona, formados por acantilados, plataformas de abrasión, estructuras verticales, rocas y piedras de tamaño variable, dificulta las labores de limpieza. 

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