macrocausa

El juicio de los ERE, tan mediático como tedioso y lleno de estrategia

  • Las tres jornadas iniciales han desinflado gradualmente el interés.

  • El morbo estaba en ver cómo interactuaban los políticos procesados.

  • Las partes no se pasarán ni una, como demuestra que la acusación del PP-A leyese su escrito, algo inaudito. 

Manuel Chaves, José Antonio Griñán, Gaspar Zarrías y José Antonio Viera, durante la segunda jornada del juicio de la pieza política de los ERE.

Manuel Chaves, José Antonio Griñán, Gaspar Zarrías y José Antonio Viera, durante la segunda jornada del juicio de la pieza política de los ERE. / EFE

El inicio del juicio de la pieza política de los ERE ha revelado que, tras la expectación mediática de ver en el banquillo a los ex presidentes de la Junta Manuel Chaves y José Antonio Griñán, se prevé un juicio largo y tedioso con acusaciones y defensas enredadas en tecnicismos y haciendo estrategia a cada paso. 

Mucho ruido y pocas nueces en las tres jornadas iniciales del primero de los juicios de la macrocausa de los ERE, en el que 22 ex altos cargos del Gobierno andaluz se enfrentan a entre dos y diez años de cárcel acusados de prevaricación, malversación de caudales públicos y asociación ilícita. 

Un ruido que fue decayendo desde el miércoles, con cámaras y fotógrafos apostados a las puertas de una Audiencia de Sevilla blindada desde muy temprano, pese al frío, para no perder detalle del paseíllo judicial de quienes ostentaron responsabilidades en los sucesivos gobiernos socialistas de Andalucía durante 23 años. 

Bastó el primer día para que la atención decayera, ante la negativa de los acusados a hacer declaraciones y comprobar que ni se iban a abordar las cuestiones previas al interrogatorio de enjuiciados y testigos, previsto a partir del 9 de enero. 

El presidente del tribunal, Juan Antonio Calle, dio paso nada más empezar a la lectura de los 44 folios del escrito en el que la Fiscalía Anticorrupción sostiene que los acusados prevaricaron y malversaron al idear o mantener un sistema para repartir entre 2001 y 2011 más de 854 millones de euros en ayudas sociolaborales, de forma arbitraria y sin control, propiciando el fraude. 

Su decisión ya sorprendió a las defensas, pero cuando planteó a los abogados de la acusación popular del PP-A si querían leer el suyo y estos decidieron hacerlo, quedó claro que este juicio va para largo y que las partes no se pasarán ni una. 

Las defensas mostraron su queja por ver "innecesario" un trámite que suele omitirse, al darse por instruidos los acusados de los hechos que se juzgan, y al salir dejaron claro que contratacarían. 

"En mi vida he visto esto", dijeron algunos de los acusados esgrimiendo sus conocimientos jurídicos (muchos son licenciados en Derecho) y alertando de que "si se escucha a unos se tiene que escuchar a todos". 

"Esto es lo que hay", dijo gráficamente al acceder a la Audiencia en la segunda jornada un letrado. Y eso es lo que ha habido durante tres días. 

Sin noticia en la sala, el morbo era ver cómo interactuaban, tras años sin verse y con estrategias de defensa distintas, quienes durante mucho tiempo compartieron despachos en la Junta. 

Chaves y Griñán, cuya amistad se resquebrajó por la sucesión al frente del PSOE andaluz, han conversado mucho dentro de la sala (sentados juntos por decisión propia) y fuera, corrillos de los que han quedado claramente apartados el exdirector de Trabajo Javier Guerrero, que forzó un breve saludo con Chaves, y el exconsejero de Empleo Antonio Fernández -los dos últimos son los únicos que saben ya lo que es pasar por prisión-. 

Entre los menos tensos, Gaspar Zarrías; entre las más serias, Carmen Martínez Aguayo; y entre los más aplicados, el exinterventor de la Junta Manuel Gómez -en sus informes basan muchos su defensa-, consultando su tableta o tomando notas. 

También los abogados han hecho corrillos, para ver si leían todos sus escritos cuando el tiempo apremiaba el viernes -tres renunciaron- y si accedían a la propuesta del tribunal de habilitar nuevas sesiones la próxima semana (fue imposible conjugar sus agendas). 

Algunos, como el de Griñán, han anunciado ya que cuando se reanude el juicio, el 9 de enero, pedirá la nulidad de la instrucción desde que la asumió el juez Álvaro Martín (quien la cerró) como refuerzo del juzgado 6 de Sevilla, porque al no ser el titular se vulnera el derecho al juez natural, algo que ya pidió sin éxito en la instrucción. 

Se prevé que la inclusión del delito de asociación ilícita por parte del PP o la personación en la causa de Manos Limpias sean otras cuestiones previas planteadas por las defensas. 

El fiscal -que en su día propuso la división en piezas de la macrocausa- puede buscar que en este juicio se vean algunas de las ayudas concretas, después de que la Audiencia haya dictado varios autos sacando a los responsables políticos de otras causas por ver que no pueden ser juzgados dos veces por los mismos hechos. 

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