Andalucía

La masa crítica busca peso

  • La minoría del PSOE puede sumar más de un 30% de los delegados si cuentan con Jaén, aunque no han definido una estrategia común ante un Griñán con más respaldo

El congreso que el PSOE andaluz celebrará en Almería los días 6 y 7 de julio se presenta raro: José Antonio Griñán saldrá reelegido secretario general, aunque será un cónclave muy distinto al anterior, debido a la existencia de una minoría crítica que aún no ha definido si llevará una estrategia común y que se presenta sin ningún líder. Son una buena parte de quienes apoyaron a Alfredo Pérez Rubalcaba en el pasado congreso federal en su elección contra Carme Chacón, pero al día de hoy están más que molestos con el actual secretario general, una vez que éste optó por dar su respaldo a Griñán debido al liderazgo que consiguió tras lograr parar al PP en Andalucía y después que, desde su Ejecutiva de Ferraz, se les haya solicitado que le apoyen sin fisuras. Uno de los rubalcabistas más destacados de Andalucía mantuvo ayer a este medio: "Si el congreso es hoy, votamos a Chacón". ¿Qué les une, por tanto? Y, sobre todo: ¿Qué esperan obtener en Almería una vez que no habrá candidatura alternativa a Griñán y que no hay diferencias ideológicas entre ellos?

Las listas lideradas por los griñanistas han ganado en todas las provincias, y han alcanzado algunas victorias simbólicas como las de Cádiz, donde por primera vez han logrado ganar a los partidarios del secretario Francisco González Cabaña aunque sólo por dos votos. Sólo dos sufragios, aunque sirven para dejar muy abierto el próximo congreso provincial, que en este caso se celebrará el 14 de julio. Ahora bien, la minoría crítica puede llegar a Almería con un porcentaje algo superior al 30%. Con un matiz de calado, todo dependerá de lo que haga Jaén, una provincia dirigida por su secretario, Francisco Reyes, pero donde Gaspar Zarrías mantiene intacto su liderazgo territorial. La posición de Jaén (70 delegados) será, posiblemente, una duda hasta el prólogo del congreso, aunque el malestar con la dirección regional y Griñán es patente desde que dejó fuera del Gobierno a Micaela Navarro, ex consejera de Bienestar Social. Y no por el hecho de la salida en sí -también se ha quedado fuera del Gobierno algún griñanista, como el gaditano Francisco Menacho-, sino por las acusaciones que se vertieron sobre Navarro de deslealtad hacia Griñán y de propiciar personalmente una alternativa frente a éste si hubiese perdido las elecciones del pasado 25 de marzo.

En el congreso de Almería tienen votos los delegados elegidos durante estos días en las provincias más 27 de Juventudes Socialistas. Son 563, y el porcentaje de los críticos se explica por la contribución de Jaén, si finalmente es así, y del peso obtenido en Sevilla, donde a pesar de haber perdido, han logrado 45 de los 127 delegados, con lo que enviarán más que la provincia de Huelva o casi tanto con Córdoba. Entre los críticos sevillanos, figuran dos de los alcaldes socialistas más importantes de Andalucía, el de Dos Hermanas y Alcalá de Guadaíra, y el ex presidente Rodríguez de la Borbolla.

La idea de estos críticos pasa por condicionar la confección de la próxima Ejecutiva andaluza; son militantes y antiguos dirigentes descontentos con la forma de llevar al PSOE en los últimos años, y que no ocultan su oposición al tándem formado por Susana Díaz, actual número dos del partido y consejera de Presidencia, y Mario Jiménez, portavoz parlamentario. Pero, en el fondo, muchos de ellos siguen cuestionando el propio liderazgo de Griñán y critican que el PSOE haya perdido tres elecciones consecutivas.

La duda es si el presidente de la Junta y secretario general integrará a algún sector u optará por terminar por reducir a los críticos y hacerse con todo el partido, aun a costa de que su Ejecutiva no reciba un apoyo mayoritario como en el anterior congreso: en 2010, sólo hubo 12 papeletas en blanco. Todo lo demás vino a favor. Esto parece ser que es lo que está en juego. "Podemos condicionar la formación de la dirección, aunque también está en nuestras manos que Griñán o su Ejecutiva no salgan a la búlgara", explicó ayer un crítico sevillano.

Una persona con mando en la Ejecutiva regional tienen claro que Griñán debería de hacerse con una dirección propia sin más guiños a los críticos. "Quienes se han marginado han sido ellos y quienes han querido dividir son ellos. ¿Los vamos a integrar, ahora?", mantuvo esta fuente en relación a quienes han presentado listas críticas en Málaga, Córdoba, Cádiz y Sevilla. Jaén, siempre más pactista, es una excepción, claro. En los posteriores congresos provinciales, que se celebrarán a lo largo de julio, los griñanistas tratarán de hacerse con las secretarías en estos territorios. Todo indica, a la vista de los resultados de estos congresillos, que Juan Pablo Durán no tendrá grandes problemas en Córdoba frente a Joaquín Dobladez, que ha anunciado su candidatura; ni Miguel Ángel Heredia en Málaga. En Sevilla está por ver si, finalmente, Susana Díaz optará por la secretaría provincial o si, incluso, peleará por la vicesecretaría general del PSOE andaluz, toda vez que ella aún no ha desvelado su hoja de ruta orgánica en el PSOE. En Cádiz sí habrá un choque más grave entre griñanistas y entre los partidarios actuales de González Cabaña. Aquí, los griñanistas aún no han decidido si presentarán al ex alcalde de Chiclana Manuel Jiménez Barrios o a la alcaldesa de Sanlúcar, Irene García.

Los críticos han perdido fuerza desde el encuentro Rubalcaba-Chacón, cuando lograron ganar la partida a la dirección regional, declaradamente chaconista, porque muchos han decidido apoyar a Griñán después de que consiguiese formar Gobierno en contra de todas las expectativas. Algunos, como el gaditano González Cabaña, ha acusado a la dirección regional de utilizar los puestos de la Junta para ganar "voluntades". Hasta el congreso de Almería queda un mes, el que tienen los críticos para organizarse a nivel andaluz, aunque la clave de todo ello residirá en una provincia: Jaén.

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