El IV seminario internacional para la conservación del lince ibérico concluyó ayer en Córdoba con dos iniciativas inéditas hasta la fecha: una, la anunciada ayer por la que se procederá a la suelta dura de hasta 15 ejemplares, sin aclimatación previa, en la comarca cordobesa del Guadalmellato y, dos, la reintroducción de linces nacidos en cautividad en una segunda zona controlada, en Las Guarrizas, en el parque natural de Despeñaperros.

Unas horas han bastado para que la Junta se decida a emprender estas dos "arriesgadas" iniciativas, en palabras del director general de Gestión del Medio Natural de la Junta de Andalucía, Javier Madrid, que siguen las recomendaciones aprobadas en un seminario en el que han participado unas cien personas involucradas en los proyectos. Responsables de programas de reintroducción de otras especies, como el lince europeo, el lince canadiense o la pantera de Florida aconsejaron el miércoles que se iniciarán ya las sueltas duras.

Serán entre 10 y 15 los linces que se trasladarán previsiblemente en febrero desde Sierra Morena a la comarca del Guadalmellato, donde desde hace unos meses se lleva a cabo un proyecto de reintroducción con aclimatación previa de los ejemplares (suelta blanda). Tras pasar por los cercados, seis de los siete linces han salido del recinto ya adaptados y han comenzado a colonizar una comarca de la que desapareció hace décadas. Una de las hembras tuvo dos cachorros. A estos linces se les instala un collar con el que pueden ser localizados mediante sistemas de detección.

Los ejemplares que reconquistarán el Guadalmellato procederán de Sierra Morena, donde se ha percibido una cierta saturación de ejemplares que luchan por el territorio y la alimentación de conejos, el principal sustento de esta especie. Si bien el director del programa Life para la conservación del lince ibérico, Miguel Ángel Simón, matizó que el número a liberar dependerá de la evolución de la especie en esta zona, que en la actualidad cuenta con 173 ejemplares. En principio parece que los centros en cautividad también pueden autoabastecerse y no necesitan de más linces adultos. De Sierra Morena llegaron a los centros de cría 37 individuos desde 2002. Los linces liberados serán jóvenes, de los nacidos este año, y se soltarán por parejas en intervalos de un mes.

Finalmente el centro de Guarrizas será el que, en su estreno antes de final de año, acoja a dos cachorros nacidos en cautividad, junto a un ejemplar joven salvaje que le sirva de tutor y otra pareja de adultos. En esta segunda reintroducción del felino más amenazado del planeta se ensayará si los ejemplares nacidos en cautividad son capaces de adaptarse al medio natural. De lo contrario, serán devueltos al centro de cría.

Aunque en principio se planeó reintroducir a los cachorros de cautividad en el Guadalmellato, pesó en contra la opinión de que otros machos asentados en la zona puedan saltar la valla (de 3,85 metros de altura) que cerca el recinto y agredir a los cachorros. Por lo tanto, este centro será el que en unas semanas reciba a los primeros linces nacidos en cautividad para comprobar cómo se desenvuelven en un estado de semilibertad y sus capacidades para la caza de conejos, cuestión para la que se les está preparando en los centros de cría.

Los cachorros serán dos hembras que proceden del centro de cría jiennense de La Olivilla y estarán acompañados de un cachorro silvestre nacido este año en Cardeña para que les ayude a aprender las técnicas naturales de caza y habilidades de socialización.

En un segundo cercado se liberará otra pareja de linces silvestres adultos.

Estos dos cachorros serían los primeros linces ibéricos cautivos que se liberarían en la naturaleza, objetivo último del programa en cautividad que en 2005 logró sus dos primeros nacimientos y que ya suma 76 ejemplares.