La Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) no alcanza siquiera el ralentí. Sigue en punto muerto. El enfrentamien to entre los partidos impide el desbloqueo y que la organización eche a andar. Su presidenta, Ángeles Muñoz (PP), alcalde de Marbella (Málaga), pidió ayer al presidente de la Junta, José Antonio Griñán, que se pronuncie sobre la problemática de los ayuntamientos andaluces y que defina si quiere una "imagen" de ruptura o unidad.

Muñoz se reunió con el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Iñigo de la Serna, con quien trató la situación de los consistorios andaluces y la futura le y de racionalización y sostenibilidad de la Administración local. La alcaldesa marbellí mostró su disposición y voluntad de buscar acuerdos "entre todos para que se representen los intereses de todas las corporaciones locales andaluzas y se deje atrás los intereses de los partidos". De la Serna subrayó que es "deseable" que la FAMP mantenga la misma unidad que tiene la federación nacional.

Pero el vicepresidente de la Junta y dirigente de IU-CA, Diego Valderas, acusó de "querer reventarla con su actitud". En el transcurso de la sesión de control al Gobierno en el Parlamento, Valderas señaló que la FAMP es una organización "esencial" que tiene que "defender el municipalismo, la descentralización y el mayor nivel de competencias" para las entidades locales, por lo que ha advertido que "no hay ninguna justificación para querer reventarla con actitudes como la de algunas fuerzas políticas, y entre ellas, la del PP-A".

Valderas pidió a los populares que "rectifique" y vuelva a la FAMP, pero no con la exigencia de la Presidencia. "Mal camino toma la fuerza política que huye de su participación en la FAMP por no presidirla y controlarla, y mal camino toman los dirigentes que reniegan de la federación o sólo les vale cuando la presiden", dijo.