Andalucía

Y un solo consejero

Nunca se habían oído palabras tan elogiosas hacia el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, como las que ayer pronunció Manuel Chaves en el hotel Alfonso XIII. No en los últimos años, y mucho menos ahora que Monteseirín se marcha, y va de inauguración en inauguración a la espera de que el PSOE le busque un adecuado destino. La demora se le hará ahora mucho más corta, y eso que hay en su partido quien lo quiere ver, de nuevo, con la bata blanca de médico del SAS. Chaves le rindió homenaje por derecho y sin tapujos, al asegurar que hay dos personas que han resultado decisivas en la transformación de Sevilla: Felipe González y Alfredo Sánchez Monteseirín. Si consideramos que Felipe González es al PSOE lo que Dios al monoteísmo, y mucho más en Andalucía y en Sevilla, es de suponer que el alcalde se retiró bien contento a celebrar su 53º cumpleaños después de tanta ojana. "Ha sido un alcalde valiente y comprometido", mantuvo el ex presidente de la Junta. "Ha dado la cara siempre", elogió. Y para los más escépticos dio un consejo: esperen a que pase el tiempo y verán sus logros, que ha conseguido "arrostrando críticas y asumiendo responsabilidades". Chaves es un caballero de la política, nunca ha sacado los pies del plato. Preguntado por sus relaciones con la Junta y su presidente, José Antonio Griñán, ahora que es vicepresidente en el Gobierno central y desde Andalucía se le hacen constantes reclamaciones, dijo lo siguiente: que él también mantuvo disputas con los ejecutivos de Madrid, tanto con el de González, como con los de Aznar y Zapatero. Y segundo: que la crisis posterior al 92 o la del 86 son minucias comparadas con la que le ha tocado lidiar a Pepe Griñán como presidente del Gobierno andaluz. ¿Algún consejo al presidente? "Ninguno -afirmó Chaves-, en todo caso él a mí, que sabe mucho más de economía que yo". Más cuidadoso que una monja. Como si no necesitase nada. Ni el arropamiento de los suyos. Un solo consejero del Gobierno andaluz asistió a la conferencia del que es vicepresidente tercero del Gobierno, presidente de la Junta durante 18 años y presidente federal del PSOE. Un solo consejero, el de Empleo, Manuel Recio, que tampoco es como del top ten. Y sólo cuatro parlamentarios andaluces: Antonio Fernández y Cinta Castillo, ex consejeros ambos; Elia Maldonado, y Manuel García Quero. Griñán y Rafael Velasco tuvieron que ir a Lucena y a Córdoba, a la presentación del candidato, y por el partido, fue Susana Díaz, secretaria de Organización. Pero ningún cargo más, a excepción de Fuensanta Coves. Cierto es que la organización no envió invitaciones más allá de sus fronteras, pero se pueden reclamar: la ministra de Cultura hubiera tenido más acompañamiento.

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