Elecciones Andalucía

"¿Por qué gastan dinero en obras que estropean lo que hay?"

  • El Colectivo Cultural La Fuentezuela, en Lora de Estepa, es ejemplo de las iniciativas ciudadanas que en los pueblos más pequeños reivindican sus raíces y su presente

 HACE falta un cambio. Pero no les ilusiona el recambio. Quieren más control del dinero público y menos despliegue de coches oficiales. En Lora de Estepa, pueblo sevillano de 850 habitantes, mucho más cercano a tierras cordobesas y malagueñas que a la capital de provincia, un grupo de ciudadanos ha unido fuerzas para sacudirse la atonía y ha creado el Colectivo Cultural La Fuentezuela. Su blog ha tenido ya 35.800 visitas. Llevan reunidas más de 3.000 fotos de paisajes, hechos, oficios y personajes. Mediante internet, muchos hijos de ese municipio han vuelto a estrechar lazos con la memoria colectiva de sus paisanos, y contribuyen a enriquecerla. Los impulsores de esta asociación defienden los valores patrimoniales, etnológicos, artísticos, educativos, etcétera. Como la importante tradición hortelana, no en vano las verduras y hortalizas de su vega han tenido fama, aprovechando los manantiales de la zona. Aunque muchas de esas huertas ya fueron vendidas a familias de Estepa que aspiraban a tener casa de recreo y piscina. 

Remedios Hernández, de 57 años, pensionista, da dos pinceladas relevantes sobre su pueblo. "Tenemos restos de asentamientos desde el Calcolítico. Hubo una colonia romana. Y el primer museo que se planteó en Andalucía. En el siglo XVII, don Juan de Córdoba y Centurión, hijo del marqués de Estepa y recaudador, reunió una gran colección de esculturas y pinturas en su casa palacio con el fin de que fueran contempladas". 

 

Pero también miran al presente. Y a las urnas. María Pachón, que trabaja en la biblioteca, preside el colectivo. "Nos duele que, con el pretexto de obras para modernizar el pueblo, se destruyan elementos patrimoniales relevantes como el Arco de Rita. Con un falso concepto de la modernización, se han cargado los regueros de agua y la plaza ha quedado mucho peor. ¿Por qué gastan dinero en obras que estropean lo que hay?".

 

La campaña de la recolección de la aceituna es la actividad predominante. "Pero la campaña dura de septiembre a enero. Cada vez es más breve y más mecanizada. Incluso vecinos como nosotros nos preguntamos: ¿de qué vive mucha gente de febrero a agosto, además del subsidio de 500 euros al mes que perciben?", se pregunta María Pachón, sabedora de que se cerró el recurso a trabajar en la construcción en la Andalucía del interior o en la del litoral. Y nuestros cinco interlocutores se miran, se toman su tiempo, y acaban diciéndolo: "Hay muc ho fraude en la percepción de subsidios. También lo cobran personas que trabajan a diario". 

 

"Somos  conformistas"

 

Francisco Pérez trabaja en un hotel de Estepa. A su juicio, "ésta es una sociedad muy conformista, aspira a subsistir y ya está. El subsidio es una cultura que ha echado raíces profundas. Hay que preguntarse por qué no iban miles de andaluces a trabajar durante dos meses a la campaña de la fresa en Huelva. Si se recurría a extranjeros, era porque no se presentaban andaluces para esa dura faena, pese a las elevadas cifras de paro. Pero esa mentalidad de limitarse a subsistir ya no vale, porque la protección social se está deteriorando año tras año. Mucha gente tendrá que plantearse la movilidad geográfica para salir adelante".

 

Purificación Marín, 50 años, nacida en Estepa, es ama de casa y su marido tiene una empresa de movimientos de tierras. "Las perspectivas son malísimas para la mayor parte de las familias. Ha habido mucho despilfarro. Necesitamos dirigentes con mente más abierta. Pero en los pueblos no surge un movimiento como el de los indignados. Una hija se ha ido a Barcelona a hacer la carrera y está impactado por el ambiente de rebeldía juvenil que allí se respira". 

 

María José Borrego vive de su actividad ganadera con cabras y ovejas. "En Andalucía hay que luchar contra el fraude y la corrupción, tanto el de poca monta como el de los banqueros. A mí me encantaría echarme a la calle para protestar, pero ¿lo voy a hacer yo sola? Percibo que, con vistas a las elecciones, muchas personas le tienen miedo a que haya recortes en la sanidad pública, que es buena". 

 

María Pachón implora "un pacto educativo, que los partidos no sigan utilizando ese tema como arma arrojadiza". 

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