AGR Andalucía

El "buen" tiempo disloca la producción y hunde el precio de las hortalizas

  • La mayor parte de las producciones se están vendiendo por debajo del precio de coste

Este invierno que no es invierno ha trastocado el ciclo de la mayor parte de los cultivos andaluces. Hasta de la grave crisis de precio que sufren las hortalizas es responsable este tiempo inadecuado. Y es que con un clima tan benigno los cultivos de Almería han perdido su ten con ten y se han puesto a producir más de lo que debían y cuando no debían. Tanta producción ha inundado mercados y los precios se han desplomado. Y además está Marruecos -con sus tomates y calabacines- que perjudican pero no tienen toda la culpa.

Andrés Góngora, responsable de Frutas y Hortalizas de COAG Andalucía, se niega a achacar a la entrada masiva de productos de Marruecos toda la culpa del desastre económico que están viviendo este año los productores de hortalizas. Y no es que niegue que también esto cause problemas. Es que razona que hasta las berenjenas, un producto del que el 96% de lo que se consume en Europa es español, están a bajo precio. Y ahí el culpable no puede ser Marruecos.

Para este experto, la raíz del problema es el exceso de producción que ha habido en un momento dado y el escaso uso que se ha hecho de los "pocos mecanismos de regulación de mercado que tenemos". Y en concreto se refiere a los mecanismos de retirada que tienen que poner en marcha las organizaciones de productores.

El exceso de producción ha sido causado por las extrañas condiciones climatológicas de este invierno, que han provocado que se haya producido muy por encima de lo que se esperaba. A ello se ha unido también el adelanto de producciones en Europa. Según Andrés Góngora, "las campañas están dislocadas" y "se ha acelerado la recolección de hortalizas, de manera que en el mercado se "solapan" cosechas que deberían salir a la venta en momentos diferentes. Un ejemplo de ello es el hecho de que "algunos productos estén ya casi agotados", caso de los pimientos amarillos y rojos, que "ahora se pagan muy alto, pero porque ya no hay". Y mientras tanto, el resto de las hortalizas, incluido el pimiento verde, están vendiéndose en muchos casos casi a la mitad de lo que es su coste de producción.

Ejemplo de estos precios, según Andrés Góngora, son desde el tomate pera, que suele tener mucha demanda y que, sin embargo, a final de la pasada semana, se vendía entre 25 y 30 céntimos por kilo cuando su coste de producción en invierno es de al menos 50. Igualmente, el tomate en rama se estaba vendiendo a 45 0 50 céntimos, cuando su coste de producción en esta época supera los 60 céntimos. El caso del calabacín verde es aún peor, pues cotizaba entre 35 y 40 céntimos frente a un coste de producción que va de los 80 a los 90 céntimos. O el pimiento verde italiano, que se valoraba en 50 o 60 céntimos cuando producirlo cuesta entre 80 céntimos o un euro en esta época. "Si nos hubiéramos estado quietos sin cultivar nada, este año hubiéramos ganado más", dice Góngora, que culpa a las comercializadoras de no haberse atrevido a mandar "de forma organizada" productos a retirada y estar causando así "la ruina de todo el sector". El Gobierno, por su lado, anunció ayer que va a pedir a Bruselas un incremento de las ayudas a la retirada del producto.

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