Andalucía

Un informe alerta de la debilidad de la sociedad civil y de su escasa cultura política

  • Los ciudadanos desean un "Estado fuerte" que solucione sus problemas, según un estudio del Centro de Estudios Andaluces

La sociedad civil andaluza es débil y el nivel de su cultura política es muy bajo. El diagnóstico es del Centro de Estudios Andaluces, que en un informe recoge el contraste: los andaluces tienen altas expectativas respecto al papapel del Estado en la solución de muchos problemas como la reducción de las desigualdades sociales, las ayudas a los más necesitados y la intervención en la economía. "Hay un deseo de un Estado fuerte que se responsabilice de la solución de muchos problemas". Y el estudio avisa: esto "puede no ser bueno" para el desarrollo de la democracia.

En un monográfico firmado por el sociólogo Manuel Pérez Yruela, el autor se remonta a la historia económica y social de Andalucía. Según el estudio, más que por el fortalecimiento de la sociedad civil en Andalucía se ha optado por el "camino más sencillo y práctico", que es una "alianza política duradera entre los partidos que pueden garantizar un Estado que satisfaga esas expectativas y aquella parte de la sociedad que más se identifica con ese papel del Estado".

No obstante, el informe señala que la sociedad civil ha crecido porque ha mejorado la formación de los andaluces y ha habido un desarrollo institucional que lo ha facilitado, aunque haya sido un "crecimiento insuficiente".

Pero al tiempo que siguen demandando ese papel del Estado también ha aumentado la preocupación por los efectos no deseados de ese modelo, como las "conductas de abuso del Estado de bienestar que pueden amenazar su imagen y debilidad". El estudio constata las débiles relaciones de los andaluces con la política, que "han empeorado de forma muy acusada con la crisis", aunque a la vez son "conscientes" de la importancia que la política tiene en sus vidas cotidianas.

Una amplia mayoría cree que las decisiones del Gobierno central afectan mucho o bastante a su bienestar personal o familiar (88,7 %), y lo mismo piensan de las decisiones del Gobierno autonómico (83,3 %) y del gobierno municipal (75,9 %). Pero el grado de interés de los andaluces por la política nunca ha sido alto y, de hecho, los sentimientos negativos que inspira la política siempre han superado a los positivos. El interés por la política está muy por debajo de la media de Europa: el 24,8 % de los andaluces dicen estar mucho o bastante interesados en la política, frente al 45% de los europeos, según datos de la Encuesta Social Europea de 2011 recogidos en el informe.

Los andaluces otorgan a la democracia como forma de gobierno un alto grado de "legitimidad difusa", ya que una gran mayoría (85,6%) cree que es la mejor forma de gobierno posible, en proporción más alta que la media española. No obstante, la valoración del funcionamiento de la democracia es bastante más baja y también ha empeorado en los últimos años.

En los últimos años se ha agudizado la desconfianza hacia la política. En 2012 la valoración de las instituciones había caído a puntuaciones nunca tan bajas: partidos (2,21 puntos), Parlamento (3,94) y Poder Judicial (3,98). Sólo las ONG aprobaban (5,16).

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