La secretaria general del PSOE andaluz, Susana Díaz, alejó ayer el debate sobre cuál es la posición que tienen los socialistas sobre la unión de fuerzas en la izquierda y, en concreto, sobre el fenómeno de Podemos. En su intervención ante el comité director del PSOE, Díaz espantó las posibles variantes antes de que se celebren las elecciones municipales y aconsejó a los socialistas que "nada nos distraiga: ni pactos, ni alianzas, ni pinzas. Quien está en esas dos orillas es que no piensa que pueda ser el partido que tenga la confianza mayoritaria".

De esta manera Díaz evitó un posicionamiento y a continuación ensalzó que la fuerza mayoritaria en la izquierda y hacia la que deben converger las demás opciones es el PSOE. "Debemos ser la alternativa de la izquierda que hace falta. Nosotros vamos a las elecciones municipales sin complejos. El resto de fuerzas políticas debe entender, si no se quiere abrir a la derecha, que el enemigo no es el PSOE", subrayó.

Los socialistas andan confundidos sobre cuál es la postura que deben adoptar ante Podemos, mientras esta formación es cortejada por Izquierda Unida. El pasado sábado en el comité federal el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, sugirió que esta formación es "populista" y negó cualquier tipo de acercamiento. Esa postura fue corregida por los socialistas andaluces. El secretario de Organización del PSOE-A, Juan Cornejo, eludió unas horas después este calificativo y expresó que los apoyos que recibe este partido son "muy respetables", como los de "cualquier otra formación política".

Evidenciada la discrepancia, Sánchez matizó ayer que sus "límites" para entenderse con otros partidos es que no pongan "en riesgo" el Estado del bienestar como, según dijo, ocurre con algunas propuestas del "populismo" que plantean dejar de pagar la deuda pública. "Podremos entendernos, pero los que pongan en riesgo el Estado del bienestar con su acción o con sus propuestas conmigo que no cuenten", señaló en el marco de una pregunta sobre pactos con Podemos.

Corregido el argumentario, Susana Díaz ofreció a los andaluces lo conocido frente a lo desconocido. Dijo que frente a aquellos que tratan de canalizar el "desencanto" de la ciudadanía a través de programas "irrealizables", el PSOE no le va a "contar a nadie el cuento de la buena pipa", sino que planteará medidas "realizables, con futuro".

Esta vez y a diferencia del acto del domingo Susana Díaz sí mencionó a Pedro Sánchez. Lo hizo para alabar el proceso de primarias que abrirá su partido para elegir a los candidatos en 81 municipios, los de más de 20.000 habitantes.

Díaz aconsejó "generosidad" a las agrupaciones para elegir "no al mejor candidato para el partido, sino para la gente", y ensalzó este proceso frente a los que utilizan "el dedazo". En esta línea y sin nombrar a nadie en concreto, como acostumbra, se refirió al PP y a elecciones de líderes "que si pudieran cambiarlo, lo descambiarían", en referencia a Juan Manuel Moreno, presidente del PP andaluz. Díaz criticó que el PP es un partido "cenizo" por las críticas que han dirigido a la celebración de su primer año de gobierno: "Es que ellos no pueden celebrar nada, es un partido cenizo", exclamó.

"Se han quejado porque me he ido a Marruecos. La presidenta (en referencia a ella misma) se ha entrevistado con el Rey, con el primer ministro y el ministro de Exteriores, hemos fortalecido lazos para colaborar en materia económica, hemos defendido a los pescadores, estamos pensando en los empresarios", indicó en referencia a su visita al país magrebí la semana pasada.

Díez lamentó también que Moreno, que fue secretario de Estado de Sanidad, se haya "descolgado" poniendo "en duda" la calidad de los medicamentos, que "por cierto -recordó- certifica el Ministerio".

La también presidenta de la Junta no aireó ninguna de las propuestas que llevará al próximo Debate del estado de la Comunidad, que se celebra mañana y el jueves, como tampoco profundizó en la elaboración del próximo Presupuesto, salvo que insistió en que serán muy difíciles de acordar y que recuperarán la paga extra a los empleados públicos y la jornada de los sanitarios eventuales.