Andalucía

Los abusos que llegaron a Roma

  • La Justicia cerca a los 10 sacerdotes y dos seglares de Granada implicados en un nuevo caso de pederastia en la Iglesia El papa Francisco llamó a la presunta víctima para ofrecerle su apoyo

De Roma a todos los caminos. La llamada telefónica de apoyo y consuelo efectuada por el papa Francisco a un joven granadino que sufrió, siendo un adolescente, supuestos abusos de sacerdotes, ha acabado resonando en todas partes. Un comunicado del Arzobispado de Granada, en el que informaba de que había apartado a los presuntos responsables de esos comportamientos libidinosos de sus funciones sacerdotales, sirvió el lunes de altavoz de un asunto en el que no se descarta incluso la detención de alguno de los implicados, según confirmaron ayer a este diario fuentes próximas a la investigación.

De momento, y siempre según esas fuentes, ninguno de los diez religiosos que se han visto envueltos en este escándalo -sólo dos de los doce implicados son seglares- ha prestado declaración como imputado. Por contra, sí ha ofrecido su testimonio la víctima, que narró lo sucedido en dependencias policiales y que ya se habría ratificado ante el juez Antonio Moreno, magistrado titular del órgano que lleva las riendas de la investigación: el Juzgado de Instrucción número 4 de la capital.

Aunque ya el eco de este nuevo supuesto caso de pederastia dentro de la Iglesia ha traspasado nuestras fronteras, todo apunta a que su relevancia irá creciendo al mismo ritmo que los folios del expediente de su investigación judicial, de la que no obstante nada ha trascendido hasta ahora. El motivo: las actuaciones están blindadas con el secreto de sumario. Se trata de una medida -que no puede durar más de un mes- con la que se está tratando de garantizar el buen curso de las indagaciones, así como de evitar una posible contaminación de las pruebas.

El secreto sumarial, como ha podido saber este periódico, fue establecido nada más incoar el juez Moreno las diligencias previas del caso. Ese especial sigilo fue instado expresamente por la Fiscalía Provincial de Granada, ante la gravedad de lo denunciado.

Fue, de hecho, una denuncia formulada el pasado 30 de octubre y firmada por la propia fiscal jefe provincial, Ana Tárrago, la que originó la causa penal, según las fuentes, que indicaron que el Ministerio Público habría solicitado inicialmente que se practiquen al menos media docena de diligencias para arrojar luz a este oscuro episodio. La denuncia del joven aterrizó en un primer momento en la Fiscalía Superior de Andalucía, que la derivó a la Fiscalía Provincial por ser los hechos competencia de ésta.

También subrayaron las fuentes que el grado de participación de los distintos religiosos implicados en estos presuntos abusos no sería el mismo. De hecho, inicialmente no se apunta a todos como autores materiales y, conforme se vayan llevando a cabo los interrogatorios y practicando las pruebas, se irá delimitando la posible responsabilidad de cada uno.

Asimismo, las fuentes destacaron que algunas de las conductas denunciadas podrían estar prescritas, pues los hechos habrían ocurrido hace más de una década, cuando el denunciante tenía unos 13 años (actualmente tiene más de 20). Al ser la supuesta víctima menor de edad cuando presuntamente sucedió lo que ahora narra, el plazo de prescripción empezaría, según las fuentes, "a contar desde que cumplió la mayoría de edad", pero todo dependerá de la gravedad de los abusos y de se limitaron a tocamientos o hubo otras prácticas sexuales.

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