José Antonio Pérez Tapias, uno de los candidatos que se midió en julio con Pedro Sánchez para liderar el PSOE, ha presentado su dimisión como portavoz de Izquierda Socialista por fuertes diferencias internas, especialmente en Madrid, y después de algunas críticas por su supuesto acercamiento a Podemos.

En una carta enviada ayer a los coordinadores federales de Izquierda Socialista, Pérez Tapias afirma que durante meses ha intentado mediar entre posiciones "muy enfrentadas" que se han ido consolidando en la corriente.

"El resultado, por decirlo de forma comedida, está lejos de ser satisfactorio. Pido mis disculpas por aquello en lo que no hubiera acertado", lamenta.

A pesar de su renuncia, Pérez Tapias comunica que seguirá participando en los debates del partido, defendiendo las posiciones de Izquierda Socialista en el Comité Federal del PSOE, del que es miembro. El punto de fricciónsería la asistencia de Pérez Tapias a la Asamblea Ciudadana de Podemos del pasado fin de semana, de la que, al parecer, no informó a la dirección de Izquierda Socialista.

El diputado socialista Alfonso Guerra respaldó ayer aplicar el código ético del PSOE a los ex presidentes andaluces José Antonio Griñán y Manuel Chaves para que dejen el escaño si van a juicio por el caso de los ERE y reclamó no abrir una "puja".

Guerra recordó que el PSOE ha aprobado recientemente un código ético por el que los dos expresidentes andaluces deberían dejar sus respectivos puestos de diputado y senador si se les abre juicio oral. Sin embargo, Guerra subrayó que al "día siguiente" de aprobarse el código, la presidenta andaluza, Susana Díaz, adoptó otra postura y dijo que "en Andalucía será distinto", tras defender que la imputación de un delito sería motivo para dejar el escaño. "El código del partido es el que se acordó en Valencia, no hay otro", concluyó.