Rosa garrido. hermana de la fallecida

"Quiero que paguen todos los culpables. Mi objetivo principal sigue libre"

  • La familia pide a Asuntos Internos de la Guardia Civil que "aniquile la estructura corrupta" que a su juicio participó en la muerte de Lucía

Impresionada por la supuesta maraña de corrupción en la Guardia Civil que el caso ha destapado, la familia de Lucía Garrido asegura sentirse más fuerte para llegar hasta el final. Espera ver entre rejas a su ex marido, al que considera "el autor o inductor" del crimen.

-¿Cómo reaccionó la familia tras las detenciones?

-Ha sido un tramo muy largo. Antes estábamos en la más absoluta oscuridad. Nunca terminas de creerlo. ¿Un guardia civil sicario? ¡Por favor! Esto es lo que le faltaba a España. He aprendido a tener paciencia. Muy lejos de debilitarnos, nos hemos hecho más fuertes. Espero que Asuntos Internos aniquile esa estructura corrupta que hay en Málaga.

-¿Qué espera ahora de la investigación?

-Mi objetivo principal sigue en libertad. No tengo ninguna duda de que -su ex pareja- fue el autor o el inductor. Sigue libre por muchas causas. Impago de pensiones, alzamiento de bienes... ¿Quién le está cubriendo las espaldas? Tiene que haber más detenidos. Hay toda una unidad de policía judicial implicada.

-La lucha ha sido incesante.

-Una labor titánica. Enfrentarse a un tanque con un tirachinas da resultados, aunque parezca increíble. Éramos una gota de agua en su océano, que sumando perforan una roca.

-¿Qué apoyo habéis recibido?

-Sólo de la AUGC, que incluso nos ofreció ayuda jurídica porque los abogados se asustaban. Sin ellos no hubiera llegado a ningún sitio. Enviamos cartas a la Reina, al Papa, a Amnistía Internacional y a la ONU. El Defensor del Pueblo nos contestó que, según le dijo el fiscal, no había vinculación entre el caso de mi hermana y la muerte de los dos colombianos, que eran sicarios.

-¿Y los políticos?

-Ni siquiera el subdelegado del Gobierno. Estuvimos en su lujoso despacho frente al mar. Les llevamos vídeos. Les enseñamos muchísimas pruebas y miró para otro lado. Todo lo que venden es humo. Nos mandaron rayadas e inservibles prácticas que pedíamos a la Comandancia. Había una orden judicial. Han sido muy valientes detrás del uniforme. Se mató a una mujer indefensa.

-Se llegó a decir que Lucía se había suicidado...

-Creo que nos subestimaron. Pensaron que, al tener el poder, podían hacer y deshacer lo que les diera la gana. Y que la familia no tendría fuerza moral ni económica para luchar. Insultaron nuestra inteligencia diciendo que se barajaba la posibilidad de un suicidio. Ahí empezó a oler mal.

-La autopsia reveló una muerte violenta...

-Nadie se suicida así. ¿Me golpeo sola en la cabeza, me arrastro, me ahogo y luego me doy una puñalada? Aquello fue un insulto a los españoles. Han puesto todos los medios a su alcance para que esto no saliera a la luz. Siempre he dicho que era un escándalo para la Guardia Civil. Nunca he generalizado, es un Cuerpo muy prestigioso y admirado por España, pero si no limpia su basura...

-¿Qué contaba Lucía sobre la que era su pareja?

-Decía que el único delito que había cometido era quererlo demasiado. Cuando él le dijo que se tenía que ir con una mano delante y otra detrás, ella se negó, entre otras cosas por su hija. Ahí empezó todo. Ella respondió que se lo tendría que pedir un juez. Fui a los juicios. La pobre se hundía. Se hizo más fuerte cuando le permitieron que la casa fuera para la niña.

-Presentó varias denuncias.

-A mi hermana le costó la vida no transigir con los asuntos tan oscuros. Se separaron un año antes de morir. Fue al Instituto de la Mujer. En ningún sitio la escucharon. Llamó en una ocasión al puesto de Alhaurín de la Torre para denunciar que su pareja la estaba amenazando y que tenía armas de fuego. Llegó un guardia a retirárselas. Ella le preguntó que si eso era serio.

-¿Por qué cree que la mataron?

-Algún medio de comunicación decía que ella no quería convivir con animales exóticos. Eso es mentira. Se lo pregunté y nunca me lo reconoció, pero creo que vio algún movimiento de droga. Y con eso ella no comulgaba. No quería convivir con ese asunto, menos que lo hiciera su hija. Era muy lista y le sustrajo documentación al ex marido, que se perdió la misma noche de autos. Un familiar vio las luces encendidas en la finca, las puertas abiertas y un guardia civil con un vaso de leche en la mano. ¡En la escena de un crimen! Esto es tan surrealista que nadie nos podía dar crédito. Se lo comunicamos a Asuntos Internos. Estaban destruyendo pruebas para que no saliera a la luz un negocio muy suculento. Un brigada hacía bien su trabajo, pero lo quitaron de en medio.

-¿Cómo podría acabar el caso?

-No lo sé, no las tengo todas conmigo. Me gustaría que pagaran todos los culpables. Que no les quepa la menor duda de que seguiré luchando, aunque se me vaya la vida en esto.

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