Andalucía

Griñán sitúa el programa del PP en una "involución" del 28-F

  • Desmonta las reformas de Arenas y las enmarca en un plan de "adelgazamiento del Estado del Bienestar" y privatizaciones · El líder popular le acusa de "vender humo"

El presidente andaluz, José Antonio Griñán, se quedó el miércoles fuera del debate de totalidad de los Presupuestos autonómicos de 2011, y ayer quería una segunda vuelta. La quería para desmontar la especie de discurso de investidura o programa electoral en la que convirtió su argumentario contra las cuentas de la Junta el líder del PP, Javier Arenas. Así, la sesión de control al Gobierno sirvió para que Griñán sacara las reformas que cree que de verdad tiene entre manos el PP. Una agenda en la que hay un plan de adelgazamiento del Estado del Bienestar, basado en la privatización de los servicios públicos y menos funcionarios, es decir, el esquema de trabajo del Gobierno británico de David Cameron, al que sumó "menos igualdad y menos tolerancia", y un elemento regional: una "involución" del 28 de febrero, que supondría una regresión de las competencias autonómicas hacia el Estado.

El PP, alentado por las encuestas que le dan una victoria en 2012, viene diciendo últimamente que el electorado andaluz está perdiendo el miedo al pasado y a votar a la derecha, y al PSOE no le ha quedado otra que reaccionar. La mejor fórmula es la de rescatar viejos fantasmas y Griñán es el primero en aplicarla. No sólo recordó que los populares no estuvieron en la primera lucha por la autonomía andaluza, sino que los de ahora "son los mismos de hace 30 años".

La estrategia socialista para aplacar el "nerviosismo" electoral del PP no se quedó ahí. Griñán atacó el eslogan del "cambio" político en Andalucía que han adoptado los populares recordándoles que no es algo "irreversible", sino que puede ser reversible, en clara alusión a lo que sucedió a mediados de los noventa, cuando las encuestas dieron por ganador al PP y los escrutinios una mayoría absoluta al PSOE.

Después de haber presentado su alternativa presupuestaria y política en la sesión del miércoles, Arenas prefirió enfocar su ataque al punto que ve más débil en el Ejecutivo autonómico: el paro. Presentó una política errática, basada en "vender humo" y en la que la Junta parece más pendiente de maquillar las listas del desempleados que por buscar soluciones para más de un millón de personas sin trabajo, a tenor del recorte de 300 millones en políticas activas de empleo y los 1.000 millones pendientes de ejecutar en los últimos cuatro años en el Servicio Andaluz de Empleo.

El tono presupuestario también estuvo presente en el enfrentamiento dialéctico entre Griñán y Valderas. Ante el "sacrificio" de las cuentas por la contención del déficit al 1,3% del PIB para 2011, que IU traduce en recortes en inversión pública y políticas sociales y en más paro, es decir, una "agenda social en retroceso", Griñán replicó con indicadores de desigualdad que, según sus cálculos, sitúan a Andalucía ya no como región de convergencia, sino de competitividad. De acuerdo con sus datos, en los presupuestos familiares la tasa de pobreza relativa se ha reducido en dos puntos -en España aumentó en cuatro-, el porcentaje de hogares que no se pueden permitir vacaciones ha disminuido ocho puntos y los que no llegan a final de mes cuatro puntos.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios