La reforma de la Ley 1/1986 Electoral de Andalucía para ampliar el número de escaños en el Parlamento volvió a salir a escena el pasado jueves. El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, invitó al líder de IU, Diego Valderas, a que trajera esta propuesta de la coalición de izquierdas al próximo debate de estado de la comunidad, a celebrar a finales de este mes.

Esta modificación del número de escaños ha sido pedida en numerosas ocasiones por los partidos minoritarios, especialmente por IU, que considera que la ampliación favorecería a sus intereses: a más diputados, menos costaría un voto, por lo que las formaciones minoritarias conseguirían más representación.

Según los datos recabados por esta redacción, el escaño en el Parlamento andaluz es el más caro de España. El hemiciclo andaluz cuenta con 109 diputados desde su constitución en 1982. Cada diputado representa en la actualidad a 76.173 andaluces, resultado de la división de la población de la comunidad entre los sillones de la institución que representa al pueblo andaluz.

La proporcionalidad es la más alta entre los parlamentos autonómicos del país y supera por más del doble a las cámaras de otras 14 autonomías. La segunda comunidad con mayor número de habitantes por escaño es Cataluña, con 55.373. Todo pese a que en números absolutos tiene más diputados que ningún otro, 135, por encima de Madrid, con 129, los únicos que superan a Andalucía pese a tener una población inferior.

Esta ratio tiene su equivalencia en la escala provincial. Sevilla es la provincia donde más cuesta un diputado en su parlamento autonómico en toda España. Tiene 18 diputados y cada uno representa a 105.568 habitantes. En este ranking provincial le seguirían Málaga (99.566 habitantes por escaño), Cádiz (82.039), Granada y Córdoba (66.999). Tras Barcelona (64.563 habitantes por cada uno de sus 85 escaños en el Parlamento de Cataluña), Valencia (64.384) y Toledo (57.469) se situarían Almería (57.035) y Jaén (55.815), entre los diez primeros. Huelva sería la número 15 (46.673) tras Alicante, Madrid, Ciudad Real y Coruña.

La puerta abierta por Griñán la cerró ayer Javier Arenas, presidente del PP andaluz, que sólo compartió con el presidente de la Junta que este aumento de diputados tiene que ser consensuado, como lo fue el Estatuto andaluz. Arenas basó su rechazo en la oportunidad del momento. "No creo que sea una prioridad ahora. Nadie comprendería que se cambiasen las reglas de juego a meses de unas elecciones. No creo que este tema esté en la agenda de los andaluces que estén en el paro", afirmó al ser preguntado.

Por su parte Diego Valderas, de IU, avanzó ayer que presentará la próxima semana en el Parlamento una proposición de ley para que, "buscando el consenso", se aborde la reforma, deseó que Griñán no se marcase un "farol", y vinculó la propuesta con el deseo de representatividad y pluralismo político que reclama el movimiento 15-M.

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