Corpus

Granada renueva su tradición

  • Las calles del centro se llenaron para ver la procesión del Corpus. Balcones, escaparates y 9 altares adornaron el paso de la Custodia, de las más importantes del país.

LA jornada de ayer volvió a cumplir con todos los requisitos de un jueves de Corpus, uno de los días grandes de la ciudad y sobre todo jornada principal de las fiestas de la ciudad. Buen tiempo -incluso más fresco que otros años-, mucha gente, perfección en la procesión, ambiente en la feria... todo salió a pedir de boca para ir culminando la semana de fiesta.

El centro ayer era la salida en procesión del Corpus Christi, un día festivo en Granada, que disfruta de una de las mejores custodias de España. Las calles se prepararon con una espesa alfombra de hierbas recogidas en la Vega granadina, un manto que lucía especialmente espeso en zonas como Gran Vía y Cárcel Baja. Desde por la mañana los operarios distribuyeron esta capa verde sobre el asfalto para servir de alfombra al paso del Corpus. Los toldos sirvieron un año más para sofocar el calor que, sobre todo con el paso de la mañana y en las zonas de sol, se hacía intenso.

Desde primera hora de la mañana las calles por las que iba a pasar el cortejo se fueron llenando de personas: fieles, granadinos, mayores, jóvenes, niños, turistas,... sólo el espectáculo visual que se puede ver en las calles del recorrido merece la pena pasear por ellas para observar una estética diferente a la que se acostumbra con el ajetreo y la rutina del día a día.

Una vez terminada la eucaristía, celebrada por el arzobispo, Francisco Javier Martínez, la procesión del Corpus se echó a las calles con un largo cortejo. Hermandades de Semana Santa, de Gloria, Sacramentales, el clero granadino, religiosas, niños de comunión... Un vistoso acompañamiento que precede al paso de la Custodia, portado por los costaleros sacramentales. Desde la salida del paso, repique de campanas, aplausos, vítores y 'petalás' que se sucedieron durante el tiempo que estuvo el Corpus en las calles. Este año tardó en salir pero luego el paso fue ligero, sin muchas pausas.

El paso se fue deteniendo por los altares montados a lo largo del recorrido, este año en más número. El primer premio ha sido este año para el que ha montado el convento del Carmen, en la esquina de Gran Vía; el segundo para la hermandad del Huerto, que lo instaló frente a la fuente de Isabel la Católica y el tercero para la asociación del Rosario de la Granada, que repitió en la calle Bodegones, junto a Mesones. Esos fueron los tres premiados pero se instalaron seis más, convirtiendo las calles en una gran exposición de arte y antigüedades, recuperando en muchos de ellos el clasicismo de estos monumentos efímeros. Además, contribuyeron también a embellecer el recorrido los balcones y escaparates adornados.

Detrás, toda la comitiva civil, con representaciones políticas, militares y sociales de la ciudad, y también el desfile nuevamente de la Tarasca, con los gigantes y cabezudos.

En las calles, todo este cortejo fue seguido por numeroso público, tanto granadinos que siguen fieles a esta tradición, como turistas que visitan estos días de lleno la ciudad. No en vano, la cita del Corpus en Granada es, junto a la de Toledo y la de Sevilla, de las más importantes y destacadas del país.

Una vez finalizada la procesión, la fiesta continuó en la feria de día en el centro y también en el ferial, que registró de nuevo un lleno en un día típico de comidas familiares y de amigos, que dejaron una jornada de pleno.

El domingo saldrá de nuevo el paso de la custodia en la Octava, ya con mucho menos cortejo, sin altares y por otras calles del centro.

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