De libros

La asunción del exilio definitivo de la vida

  • Tras haberse publicado en Argentina con el poeta todavía en vida, 'Hoy', el último libro de Juan Gelman, un volumen de 297 textos de prosa poética, llega a España de forma póstuma.

'Hoy'. Juan Gelman.  Visor poesía. Madrid, 2014. 311 páginas. 25 euros

"Pensar la muerte cambia a la muerte", escribía Juan Gelman en su última publicación, Hoy (Visor Poesía), un volumen que reúne 297 textos de prosa poética escritos entre 2011 y este año. El escritor y poeta bonaerense falleció en enero y, probablemente, la asunción de la muerte ya había cambiado, en parte, gracias a la terapia de cada línea del libro. "El destierro sin tierra es un bello destino", añadía en otra página.

Hoy, título al que se le descubre una veta machadiana -"hoy es siempre todavía"- conforme avanza la lectura, se publicó en Argentina con Gelman aún en vida. De forma póstuma ve la luz en España gracias a la estrecha relación que había mantenido el poeta con el editor Chus Visor.

La obra y la vida de Gelman quedaron marcadas por el secuestro de sus familiares; tras una espera de años, su hijo y su nuera, embarazada de ocho meses, fueron asesinados, aferrándose después a la traumática búsqueda de su nieta. "Vacíos del presente molestan al pasado. En la asamblea de las pérdidas, algún amor alza su llama...", recoge el libro. La mejor biografía del poeta equivale a la lectura de su obra. "El poema quiere engañar al tiempo y el sufrimiento lo derrota", incluye su último libro.

A pesar de los golpes -sufrió como el que más la dictadura de Videla-, jamás podría encuadrarse a Gelman como un creador quejumbroso. Todas las virtudes de su trayectoria se manifiestan en Hoy, una atalaya temporal que oscila entre el pasado y el presente con pretensión de un mejor futuro. Sus últimos años de vida prorrogaron su posición de compromiso. Constante en esta obra es su ingeniosa crítica al pulso del mundo -"hay montañas de bondad fingida en los molares del capitalismo"-.

El reloj, la memoria y la nostalgia, moderada, se entrelazan en Hoy. El amor está en constante cuarentena y es, junto a la felicidad, centro de un exigente escrutinio. El desencanto y el dolor se desparraman por las páginas con elegancia, en una digestión reflexionada que los asume como partes del juego. Desde la vejez con la que Gelman afrontó los textos se vislumbra la cuarta edad con naturalidad, con un rasgo menos amargo que en otros libros.

En sus primeros compases, el libro parte de postulados nietzscheanos: "Dios se fue al vacío que dejó su muerte". En las 311 páginas, siempre con un enfoque humano, van sucediéndose ideas conexas que acaban engendrando un universo en el que se reconoce a Gelman. Sabríamos que es suya la escritura si la pasta ocultara su nombre.

Hoy queda como el último eslabón en la obra de Gelman. El poeta, que se exilió entre 1975 y 1988 en Roma, Madrid, Managua y París, acabó instalándose en México, donde vivió casi 35 años. Desde allí partió al exilio definitivo, como escribió, a "la nada, el único lugar donde la unión es posible".

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