De libros

Vales reivindica los frenéticos años 20 en la novela ganadora del Nadal

  • El escritor afirma que 'Cabaret Biarritz' se mueve entre el género policial y el registro sentimental.

El escritor zamorano José C. Vales, ganador en la noche del martes del premio Nadal con Cabaret Biarritz, retrata en esta novela los "frenéticos y maravillosos" años 20 "como si fuera un paisaje". Vales explicó ayer que retrata ese paisaje a través de los recuerdos de una treintena de testigos, que participan en una investigación sobre unos crímenes que han ocurrido en 1925, personajes tan variopintos como "aristócratas, buscavidas, prostitutas, criados".

El mediador de todas las voces que van apareciendo en la novela es un periodista y los testigos de los sucesos investigados son todos esos personajes que "no siempre dicen la verdad, aunque el único que lo sabe es el lector, porque es el único que sabe que se trata de una novela".

Para Vales, los alegres años 20, "cuando el mundo salía de una verdadera catástrofe y la gente quería beberse todo el champán posible", resultan interesantes para un novelista porque están poblados de gentes que "aprecian en todo su valor la libertad y la pasión", entre ellas "mujeres que deciden ser valientes y libres".

De hecho, el autor zamorano decide que esos personajes femeninos den un paso más: "Hay flappers -mujeres alegres- que viajaban en descapotables rojos, montaban en globos aerostáticos y disfrutaban del amor con los hombres y mujeres que deseaban".

En los años 20, además, empiezan a aflorar las vanguardias, que "despertaron un sentimiento de rechazo frente a lo nuevo y extravagante", como testimonia una escena en la que una flapper ironiza sobre el cubismo.

Vales intenta encontrar un equilibrio en la narración que muestre ambas caras de la sociedad: "Una hermosa y otra caótica, que se basa en la propia idea que tengo del mundo, en la que conviven elementos sublimes, terribles, maravillosos y espantosos".

Aunque Cabaret Biarritz, que estará en las librerías el 3 de febrero, editada por Destino, podría ser catalogada dentro del género negro, piensa Vales que la novela se encuentra en "la frontera entre la investigación policial y la indagación sentimental, puesto que hay personas que intentan recuperar el amor de la adolescencia".

"Todo comienza con un aparente suicidio", señala Vales, quien subraya que esa investigación se produce "en una ciudad que intenta ocultar todos los vicios y las sucias pasiones".

Aunque su admirado Romanticismo, tan presente en su primera novela, El pensionado de Neuwelke, es ya un movimiento concluido y superado en los años 20 de Cabaret Biarritz, el escritor opina que "pervive prácticamente hasta nuestros días en el comportamiento y la mentalidad occidental".

El humor atraviesa toda la novela ganadora del Nadal, porque, como dice Vales, es un rasgo del que no puede prescindir, y añade: "Frente a los que creen que la narrativa debe ser útil o entretenida, siempre he optado por una literatura divertida y entretenida".

Su axioma literario ahonda sus raíces en la literatura decimonónica que tanto admira y ha estudiado. "La literatura es tan sencilla como contar una buena historia que entretenga y divierta al lector, como cuando Dickens en uno de sus cuentos de Navidad reunía a viajeros, peregrinos y vagabundos en torno a una chimenea y les ofrecía un festín y una buena historia", afirma el galardonado.

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