De libros

El hombre de la mirada amplia

  • Hablar con quien solía definirse como "cataluz" era siempre una ocasión para el debate de hondura.

HA pasado un año del fallecimiento de José Manuel Lara, un hombre comprometido con el pluralismo, con una mirada amplia y equilibrada de las cosas. Su legado sigue en pie, como él quiso, como él lo dejó. Tanto en el mundo de la edición como en el de los medios de comunicación, la obra de Lara continúa: el Grupo Planeta y el Grupo Atresmedia son dos de las grandes empresas de nuestro país.

Y ésta no sólo es una forma de transcender para la historia, sino de que él mismo siga entre nosotros con su ejemplo de vida.

Empresario de éxito, directo y sincero, decía las cosas como las pensaba. Hablar con él era siempre una ocasión para el debate de hondura. Su visión global de los problemas, y de las oportunidades, animaba siempre a avanzar y ganar el futuro.

En Andalucía lo echamos especialmente de menos porque José Manuel Lara era un enamorado de esta tierra, a la que demostró un cariño enorme. Y no únicamente de palabra, también con hechos: en 1992 creó en Sevilla la Fundación José Manuel Lara, con la que contribuyó decididamente al fomento de la lectura y la cultura.

Solía definirse con ingenio como "cataluz", para expresar su condición mestiza de catalán y andaluz, por herencia de madre y padre, el también paradigmático y recordado José Manuel Lara Hernández.

En 2013, el Gobierno andaluz le reconoció su talento y labor con la Medalla de Andalucía, a la vez que el Ayuntamiento de Sevilla le otorgó el título de Hijo Adoptivo.

En tiempos tan polarizados como el nuestro, echamos igualmente en falta su esfuerzo por el proyecto común de España, sus llamamientos al diálogo y a la concordia. En su mente nunca existieron fronteras, sino todo lo contrario: la invocación constante a la convivencia serena.

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