El Granada se jugará la permanencia en Primera división el próximo domingo en Vallecas con siete bajas seguras y varias dudas, lo que deja muy mermado, sobre todo en la banda izquierda, al equipo dirigido por Abel Resino, que tendrá que completar la convocatoria con jugadores del filial.

El final del último partido ante el Real Madrid provocará que no puedan estar ante el Rayo por sanción el centrocampista Moisés Hurtado y el lateral zurdo brasileño Guillerme Siqueira, que fueron expulsados por el colegiado Clos Gómez tras el pitido final por protestar.

También se espera sanción para el extremo zurdo Dani Benítez, que lanzó una botella que impactó en el rostro del colegiado, por lo que el Granada acudirá con tres castigados al choque decisivo contra el Rayo.

A estos hay que unir las bajas de los cuatro lesionados de larga duración que tiene el equipo: el portero Roberto Fernández, el defensa senegalés Pape Diakhaté, el centrocampista Fran Rico y el también centrocampista argelino Hassan Yebda.

A estas siete bajas seguras se suman las dudas del defensa Diego Mainz, que llevas varias semanas sin jugar por una sobrecarga muscular, pero cuyo concurso en Vallecas puede ser clave ante las ausencias que acumula el Granada en la banda izquierda, y del centrocampista portugués Carlos Martins, que acabo con problemas físicos el choque ante el Real Madrid.

Además, el delantero Alex Geijo, que acumula cuatro tarjetas amarillas, podría ser también sancionado si Competición le amonesta por los comentarios que Clos Gómez reflejó en el acta que le hizo tras el partido.

Todos estos problemas pueden obligar al técnico Abel Resino a convocar a uno o varios jugadores del filial para el partido ante el Rayo, ya que podría no tener ni siquiera a 18 jugadores de la primera plantilla disponibles para configurar la convocatoria.

Resino ha decidido suspender el entrenamiento previsto para hoy por el Granada y dar un día más libre a su plantilla, por lo que no será hasta mañana cuando los andaluces empiecen a preparar el choque ante el Rayo, en el que se jugarán la permanencia una temporada más en Primera.