Orestis Karnezis volverá a defender la portería del Granada CF el próximo domingo en Sevilla. No es un juego de adivinación del once titular del equipo ni una filtración del cuerpo técnico. La lesión de Roberto Fernández tiene toda la culpa. El arquero gallego, que ayer se entrenó con aparente normalidad, terminó la sesión con una rotura de fibras que le deja fuera para el duelo en Nervión y que le mantendrá fuera de los terrenos de juego un tiempo indefinido que dependerá de su evolución.

Después de unos días con Roberto renqueante, el portero tenía previsto ayer regresar a los entrenamientos al mismo ritmo que sus compañeros. De hecho, el gallego completó la sesión con normalidad pero con unas molestias al final del mismo. El de Chantada se sometió ayer a una exploración médica y varias pruebas que arrojaron como diagnóstico una lesión fibrilar del recto anterior de la pierna derecha, según el parte hecho público por el club en la tarde de ayer.

En el fondo no deja de ser una noticia que le quita un dolor de cabeza a Lucas Alcaraz. Después del imperial partido de Karnezis contra el FC Barcelona, buena parte de la afición del Granada demandaba que el arquero heleno jugara contra el Sevilla.

¿Se ha sido demasiado injusto con Karnezis o Roberto tenía justificada su titularidad incontestable con Lucas Alcaraz? Eso sólo la sabe el técnico, aunque los números sirven para hacer diferentes comparativas. Pese a que la diferencia de partidos esta temporada entre el griego y el gallego es abismal (4 del primero frente a 31 del segundo), al heleno ya se le pueden hacer cálculos orientativos en los que sale ganando con respecto al lucense. Concretamente, las cuentas arrojan que Karnezis recibe una media de 1,25 goles por partido frente al 1,38 de Roberto, realiza 4,25 paradas por encuentro por 3,3 de media del gallego (cifra engrosada por el partido contra el Barcelona), y encaja un gol cada 78 minutos mientras que el de Chantada recoge el balón de sus redes una vez cada 64,88 minutos. Evidentemente, la escasez de partidos del de Atenas juega a su favor. Pero se si tienen en cuenta los números firmados por Karnezis la pasada temporada en el Panathinaïkós, estos dicen que recibió menos de un gol por partido (0,96) y tardaba más de uno en encajar (93,21 minutos).

El debate estaba abierto desde antes de que el conjunto rojiblanco terminase por derrotar al Barcelona. La sensación de seguridad que dio Karnezis a la portería del Granada -eso sí, fantásticamente secundado por todo el trabajo defensivo de sus compañeros- creció de forma exponencial con cada parada del griego. Rápidamente vinieron a la cabeza algunos errores, mínimos, de Roberto en los últimos encuentros. Sin ir más lejos, Málaga, donde no estuvo especialmente inspirado en una de sus salidas que costó el segundo gol en contra.

Ha tenido que pasar más de media temporada para que el granadinismo descubriera a su segundo portero. Fue una de las víctimas más claras del hundimiento en Copa del Rey contra el Alcorcón. En el partido de vuelta hubo voces críticas a su actuación después de no acertar a despejar el tiro lejano de Nagore que supuso el empate de la eliminatoria. Con apenas 200 minutos jugados, la afición tachó a Karnezis de la portería y confió en Roberto. La sombra del gallego en el Granada es muy alargada. Héroe del ascenso y posteriores permanencias en Primera, bajo su oscuro dominio de la titularidad trabajó el heleno durante todo este curso.

Ahora le ha llegado el momento a Karnezis. Con Roberto lesionado en los dos partidos fundamentales, el anterior contra el Barça y este próximo frente al Sevilla, al ateniense se la abren de par en par las puertas de ser titular para lo que queda de Liga. No es mucho, sólo cinco jornadas, pero suficientes para intentar alcanzar sus dos objetivos: mantener al Granada y recuperar la confianza de Fernando Santos, seleccionador nacional de Grecia, para mantenerle como portero titular del combinado heleno en el Mundial de Brasil del mes de junio.

Un porterazo con experiencia que ha tardado demasiado en ser reconocido en Granada. Ya no sólo es la planta, su agilidad y sus reflejos, si no que los números también le avalan.

sesión. El Granada CF completó ayer el segundo entrenamiento de preparación para el partido contra el Sevilla en la Ciudad Deportiva Diputación. Lucas Alcaraz contó con las únicas bajas del central colombiano Murillo y del delantero Riki, las dos únicas bajas que estaban confirmadas para el Sánchez-Pizjuán hasta la confirmación posterior de la lesión de Roberto, que se produjo por la tarde. En la sesión, pocas novedades tras unos mini partidos en los que el técnico no dio pistas. Se ejercitó con normalidad el arquero del filial Dimitrievski, que será suplente en Sevilla.

soldaridad. La empresa granadina Pilsa, ganadora de la primera puja de Hijos del Fútbol, volverá a lucir su nombre en el partido contra el Sevilla del domingo. La medida solidaria, según anunció ayer el Granada CF, ha superado las 200 pujas y los 50.000 euros recaudados desde que se inició el pasado enero.

rival. El lateral izquierdo del Sevilla Alberto Moreno sufre una distensión de ligamentos en el tobillo izquierdo, por lo que es duda para el encuentro del domingo ante el Granada. El joven internacional se retiró lesionado del último derbi contra el Real Betis y las pruebas a las que fue sometido ayer dictaminaron que padece "una distensión del ligamento deltoideo del tobillo izquierdo". No entrenaron pero jugarán Bacca y Fazio.

advierte. Diogo Figueiras, jugador luso del Sevilla, no quiso pensar aún en el partido europeo contra el Valencia: "Primero hay que ganar al Granada y luego pensar en la UEFA. La filosofía será la que estamos teniendo, ir partido a partido, y más ante el Granada, que viene con la moral crecida", declaró.