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Orenga arroja la toalla

  • El técnico presenta su renuncia a seguir como seleccionador nacional tras el fracaso del Mundial La Federación acepta la dimisión a cambio de mantenerlo en el organigrama

Tras el clamor popular, Juan Antonio Orenga renunció ayer como entrenador de la selección española de baloncesto después del fracaso de su equipo en el reciente Mundial, en el que la anfitriona cayó en cuartos de final cuando era una de las claras favoritas al título.

La cita que podría servir a la mejor generación española para vencer por fin a Estados Unidos en una gran final terminó primero con una sonrojante derrota y después con la dimisión de Orenga, señalado como el máximo responsable del frustrante Mundial.

Un frío comunicado fue el desenlace de días de críticas y reproches al seleccionador. También a la Federación Española de Baloncesto (FEB), que anunció la decisión del técnico en su página web. Orenga, que estaba al frente de la selección desde noviembre de 2012, dimitió "por considerar que no se han alcanzado los resultados esperados" en el Mundial disputado en España, donde la anfitriona se despidió en cuartos con una inesperada derrota por 65-52 ante Francia.

El ya ex seleccionador expresó su "agradecimiento a los jugadores, miembros del cuerpo técnico, presidente y demás personal de la Federación por el trabajo conjunto llevado a cabo en estos últimos dos años".

Orenga, de 48 años, renunció "con el propósito de facilitar la planificación del futuro a corto y medio plazo", añadió la FEB en un comunicado en el que no indicó el nombre de su sucesor en el cargo. A partir de ahora se abre el casting, con el italiano Sergio Scariolo, seleccionador de España entre 2009 y 2012, como principal candidato.

Orenga fue el principal señalado por los aficionados tras la derrota ante Francia, pero el técnico rechazó en un primer momento su dimisión.

"Soy un hombre de la Federación, han confiado en mí, porque el año pasado salieron bien las cosas, no hay ningún problema en estar en uno o en otro puesto", aseguró en la rueda de prensa posterior al choque.

Al menos, Orenga seguirá trabajando en la FEB, según confirmó la propia federación. El español continuará formando parte de su organigrama para aprovechar su "experiencia y conocimientos". "Trabajará desde un nuevo puesto aún por decidir para el desarrollo y mejor de nuestro modelo deportivo", agregó el organismo.

España, campeona del mundo en 2006, campeona de Europa en 2009 y 2011 y subcampeona olímpica en 2008 y 2012, se quedó fuera de su Mundial en cuartos, como en Turquía hace cuatro años.

Esta vez lo hizo con un equipo de ensueño, probablemente el mejor de su historia, con nombres como los de Pau Gasol, su hermano Marc, José Manuel Calderón, Ricky Rubio, Serge Ibaka, Juan Carlos Navarro, Rudy Fernández o Sergio Rodríguez.

Con Orenga en el banquillo, la selección española logró un bronce en el Europeo de 2013 tras caer con Francia en las semifinales. Entonces, acudió con un equipo menor al del Mundial, pero Orenga ya recibió críticas por sus decisiones o falta de ellas.

Pero nada comparado con lo sucedido en los últimos días. Un amplio sector de la hinchada española ni siquiera esperó a que terminara el partido ante Francia y en los últimos minutos del choque ya gritó: "Orenga, dimisión".

Tales cánticos prosiguieron en el exterior del pabellón en esa misma noche y durante la final del Mundial, ganada por Estados Unidos a Serbia.

José Luis Sáez, presidente de la FEB, ofreció el viernes una rueda de prensa en la que renunció a hablar de Orenga y de su futuro. "No hay que tomar decisiones en caliente. Tenemos que analizar todo con calma", dijo entonces.

Orenga le sirvió ayer su cabeza en bandeja de plata y Sáez la aceptó. Lo previsto.

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