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Rugido en Cornellà

  • El Athletic despierta del sueño al Espanyol, jugará su tercera final en seis años y endereza la temporada

Espanyol: Pau; Arbilla, Álvaro, Moreno, Fuentes; Lucas Vázquez (Salva Sevilla, 70'), Víctor Sánchez, Cañas, Víctor Álvarez (Caicedo, 49'); Stuani y Sergio García. Athletic: Herrerín (Iraizoz, 66'); De Marcos, Gurpegui, Etxeita, Balenziaga; San José, Rico; Iraola, Muniain (Beñat, 83'), Williams (Laporte, 90'); y Aduriz. Goles: 0-1 (13') Aduriz. 0-2 (42') Etxeita. Árbitro: Martínez Munuera (valenciano). Amonestó a los espanyolistas Cañas, Moreno, Stuani, Arbilla y Álvaro, y al jugador del Athletic De Marcos, que no podrá jugar la final. Incidencias: Vuelta de las semifinales de la Copa del Rey, disputado en el estadio Power8, 35.000 espectadores.

El Athletic Club debía dar la vuelta al empate a uno de la ida en San Mamés y lo logró en la primera parte, con goles de Aduriz y Etxeita (0-2), ante un Espanyol más conservador que en anteriores citas y sin capacidad de reacción tras el descanso, pese a mejorar con tres delanteros.

El Power8 Stadium vivió un ambiente espectacular, antes y durante el encuentro. Eso sí, ni la grada ni su equipo pudieron frenar a un contrario con más pegada e iniciativa. Ahora, los vascos se medirán al Barcelona en la gran final con la intención de conquistar su vigésimo quinto título del torneo del KO.

Iraola dio el primer aviso, muy tímido, con un remate forzado, y desviado, en el minuto nueve. El Athletic lo seguía probando y al final, premio. Poco después, Aduriz provocó el terremoto. La referencia de los leones controló hábilmente un balón en la frontal y cruzó el disparo para dar un giro completo a la eliminatoria.

Lo más cerca que estuvo el Espanyol de cambiar el guión en esta primera parte fue con una ocasión de Stuani, al filo de la media hora, que atajó Herrerín. El intento del internacional uruguayo dio alas a los pericos, con más presencia en el área rival, pero los de Valverde no perdieron la compostura.

Es más, dos minutos antes de llegar el descanso asestaron un mazazo a Cornellà con el segundo tanto de la noche: Etxeita, después un saque de esquina. Su cabezazo sentenciaba la eliminatoria y ponía de los nervios a los futbolistas locales. El anfitrión necesitaba tres goles para pasar. Solo faltaba apelar a la épica en los siguientes 45 minutos.

Sergio González sacó a todos sus puntas: sentó a Víctor Álvarez y dio entrada a Caicedo. La ofensiva blanquiazul era absoluta y empujó al Athletic a su campo con facilidad. El ecuatoriano estrelló el balón en la base del poste izquierdo en el 58. Fue la ocasión más clara del equipo blanquiazul, que despertó de su más dulce sueño en la temporada.

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