Un gol de Portu a los 57 segundos tumbó ayer a un Valladolid obtuso, embarullado y torpe que no tuvo recursos ofensivos ni fluidez en el juego para contrarrestar las virtudes de un rival superior, a pesar de jugar con diez los últimos minutos por la expulsión de Paredes.

El Valladolid afrontaba el partido con tres importantes ausencias y la obligación de no descolgarse de la cabeza. El defensa Peña era baja por acumulación de tarjetas, mientras que Hernán Pérez y Johan Mojica lo eran por sus convocatorias con Paraguay y Colombia, respectivamente.

La defensa local estuvo muy permeable en esa jugada y el gol en frío fue como un golpe en plena mandíbula para el Valladolid. Un tanto anulado a Paredes por fuera de juego dio otra "advertencia" del peligro de un Albacete que fue superior.