Errores aparte en la confección de la plantilla y de los fallos de los jugadores en los partidos clave, al Granada CF de esta temporada tampoco le está acompañando la suerte. Y es que mañana, en el duelo contra el Sevilla, clave para seguir subido al tren de la permanencia, el equipo rojiblanco recibe a uno de sus peores enemigos, el delantero francés Kevin Gameiro, cuando la defensa está entre algodones. Ayer, en el último entrenamiento de la concentración en Marbella, ninguno de los cuatro centrales de la primera plantilla se ejercitó.

Gameiro tiene al Granada como uno de sus rivales predilectos. En cinco partidos contra los rojiblancos, el delantero galo le ha endosado seis tantos en 240 minutos, lo que arroja una media de uno cada 40 minutos. La temporada pasada, encima, fue el autor del gol de la victoria en Los Cármenes, y de los seis tantos, cuatro los ha rubricado esta temporada: uno en el 5-1 del encuentro de la primera vuelta y tres divididos en los dos partidos de la eliminatoria de octavos de final de la Copa del Rey.

Un delantero terrible que ve puerta con mucha facilidad ante el Granada que, encima, tendrá que controlarle con una defensa que ha tenido muchos problemas para entrenar durante la semana. Los cuatro centrales del equipo pudieron trabajar ayer. El único que apunta a baja segura es el colombiano Murillo, el más valioso de todos, que se lesionó la semana pasada contra el Celta. Por su parte, Diego Mainz volvió a sentir unas leves molestias en la rodilla de la pierna derecha, por lo que entrenó al margen por precaución, un caso similar al del ex sevillista, Juan Cala que sigue sufriendo una sobrecarga en el abductor. El central más usado, el francés Babin, sigue apartado por la lesión que sufrió en el calentamiento contra el Almería. Esta mañana se les efectuarán las últimas pruebas aunque Mainz y Cala parece que serán los que fuercen para llegar al partido. Y en el fondo no es tampoco una gran noticia. Si ambos no están al cien por cien, los delanteros sevillanos pueden hacerle mucho daño a un Granada que necesita dar la sorpresa de forma obligatoria. Si alguno de los cuatro fuera baja definitiva, Abel podría verse obligado a convocar a alguno de los centrales del filial. El principal candidato sería el cordobés Fran Morante, que ha estado entrenando en Marbella.

Una defensa casi de circunstancias y sin estar a tope que tendrá la misión, ya no sólo de parar a su peor contrincante, Gameiro, sino a los Bacca o Denis Suárez.