-Creo que lleva una semana ajetreada, y que no va a terminar con esta entrevista...

-No, no. Tengo tres o cuatro entrevistas más, ¿pero eso es bueno, no? Es bueno porque quiere decir que somos noticia porque lo tenemos ahí, a 'puntito'. Lo malo sería que te descartaran.

-¿Usted se cree todo esto que le está pasando desde que llegó al Granada?

-Sí. Además, soy una persona muy convencida de lo que hago y de mi gente, y creo que lo que está pasando es algo que preveíamos, por eso vinimos para acá.

-Se está hablando del 'milagro del Granada'. Efectivamente, ¿cree que es eso, un milagro?

-No, esto es trabajo y mucha humildad. En una ciudad como esta sólo se puede catalogar como trabajo. Lo que sí que es verdad es que la reacción de la plantilla, a la hora de haber estado abajo, ha sido importante para conseguir estar donde estamos, y sin ese esfuerzo habría sido imposible.

-¿Y cómo es posible que en toda la temporada el equipo no haya demostrado nada de eso, y ahora, en tres semanas, sí?

-Cuando llegué aquí lo primero que dije es que no quería saber nada del pasado, quería ver lo que realmente podíamos hacer. En estas tres semanas hemos arriesgado mucho, y el que arriesga tiene su premio. También puedes caerte, pero se ha jugado mucho con el corazón, y cuando se pone corazón tienes la posibilidad de conseguir las cosas.

-¿Cuál está siendo la clave del despertar del Granada, aparte del trabajo que ha mencionado antes?

-La valentía del equipo y la propuesta. La fe que tienen en la propuesta ha sido fundamental. Sin ella hubiera sido imposible llegar a este punto. Y también el alma que tiene el Granada, que es su afición, saber que tenemos a mucha gente detrás es la parte principal para poder sacar esto adelante.

-Permítame una opinión: pienso que el partido contra el Atlético es diferente porque es el primero en el que el Granada tiene que conservar un botín, ya que hasta ahora nadaba contra el destino. ¿Usted también lo ve así?

-No. Si intentamos defender nos equivocaríamos. Es muy bonito pensar que ahora estamos un pelín por encima de los equipos que antes nos habían metido abajo, pero lo fundamental es saber que, si lo que nos ha traído hasta aquí es apostar por un juego ofensivo, por tener el peso del partido, y por la valentía, es lo que tenemos que hacer hasta el final. La excelencia se consigue dando el cien por cien, y creo que este equipo lo está dando.

-Combinaciones para la permanencia: ¿les hace caso?

-Mi prioridad es pensar en que dependemos de nosotros, que ganando el partido podemos conseguir el objetivo, y estos se consiguen si no los dejas en manos de otras personas. Lo tenemos en nuestras manos y vamos a luchar por ello. El pensamiento prioritario es que tenemos que salir a ganar.

-Pero pongamos que no se gana. De todos los partidos implicados, ¿de cuál se fía menos?

-Hay que ser respetuoso con todo el mundo. Todos van a salir igual que nosotros. Lo único es que el Granada tiene una pequeña ventaja: dependemos de nosotros y los demás tienen que hacer mejor resultado que el que hagamos. Hay que trabajar, dejarse llevar y que fluya el resultado por donde tenga que salir. Si estamos más pendientes de los contrarios nos equivocaremos y nos puede perjudicar.

-¿Está siendo una semana de trabajo diferente a la anteriores?

-No. Desde que llegamos hemos ido matizando y potenciando las cualidades buenas que tenían nuestros jugadores. Hemos ido minimizando ese miedo, esa duda, porque sin ambos, esta plantilla tiene un calibre para estar en Primera División. Los resultados nos han beneficiado para seguir en la creencia que teníamos. Lo que es fundamental es no meter mucha presión al equipo y hacer una semana desde la tranquilidad que da saber que dependemos de nosotros mismos.

-¿Está siendo más entrenador o más psicólogo?

-Las dos cosas. Nos equivocamos al pensar que sólo la psicología levanta a un equipo. El método de trabajo y el sistema de juego es lo que nosotros, cuando vinimos a Granada, pensábamos que nos beneficiaría con esta plantilla. Lo que sí es verdad que la motivación hace que las piernas vayan más deprisa y más ligeras. Los resultados nos han acompañado. Hay que ver los números. Hemos ganado tres partidos seguidos, algo que no se había hecho, metido más goles que en muchas fases del campeonato, hemos encajado sólo un gol. Son para pensar en algo importante.

-El hecho de que se llene Los Cármenes, el ambiente tan positivo, estar cerca de la salvación, ¿puede poner nerviosos a los jugadores?

-Todo lo contrario. Creo que el orgullo más grande que puede tener un entrenador o un jugador es ver que el estadio se llena. Cuando una obra de teatro se llena es porque se realiza un buen trabajo. Esto es porque hemos enmendado los malos resultados y hemos intentando enamorar a la afición, cosa que no se ha conseguido en todo el año. No miremos para atrás y vamos a disfrutar de este momento.

-Usted me está convenciendo de que el Granada va a salir a ganar y a mantenerse.

-Por supuesto. Si pensáramos lo contrario mermaríamos las posibilidades de lograr la permanencia. Hay que cogerlo como un reto, con responsabilidad, pero al mismo tiempo disfrutarlo porque no hay mejor cosa que jugártelo todo con tu gente y en tu casa.

-Se dice fácil, pero hay que ganarle al Atlético de Madrid...

-Sólo hay que pensar que ese equipo, el año pasado, tuvo que ir al Nou Camp a jugarse la Liga y lo consiguió; y hoy por hoy tiene que venir a Los Cármenes a jugarse un puesto de clasificación y va a hacer lo mismo, por eso saber competir contra el Atlético es el punto que nosotros queremos. Disputar de la misma manera que ellos y no caer en lo que ellos quieren: que cometamos un error y se beneficien. Es un equipo que está muy bien trabajado por el Cholo, que llevan cuatro años mecanizando automatismos y sabiendo lo que quieren, y nosotros sólo tres semanas. Tenemos que ir a hacerle daño.

-¿Y cómo se le hace?

-Una de las cosas que hemos trabajado esta semana es que no tenemos que dejar que ellos lleven el partido a su terreno. Debemos llevar el peso, intentar cambiar el ritmo de juego que nos van a proponer porque el Atlético, lo que se propone lo consigue. Si cambiamos ese paso, tenemos mucho que ganar.

-Al Atlético le basta un empate. Al Granada casi también. ¿Ve un pacto de no agresión?

-Imposible. Con un equipo tan competitivo como el Atlético de Madrid es imposible. A parte de todo eso, nos equivocaríamos. Desde el minuto uno, quien debe arriesgar es el Granada. Hay una cosa muy clara: ellos quieren la gloria y nosotros queremos vivir. ¿Qué peso más grande hay en esta vida que querer vivir?

-¿Le trastoca mucho los planes no poder contar con Javi Márquez ni con Lass Bangoura?

-Siempre dije que iba a apostar por unos jugadores porque creía en su manera de adaptarse al sistema de juego. Ellos han sido muy importantes pero si no echamos la vista atrás para lamentarnos y poner excusas, también nos equivocaríamos. Creo que hay jugadores en esta plantilla con una capacidad igual que Márquez y Lass, y los que entren tendrán la responsabilidad de hacerlo igual o mejor porque , encima, estamos jugando una final.

-¿Robert Ibáñez y Rubén Pérez serán sus sustitutos o no tiene aún claro el once?

-Robert y Rubén tienen muchas posibilidades de ser los sustitutos porque también han venido contando pero, al mismo tiempo, esta semana nos hemos ido dando cuenta de que hay gente muy importante que nos puede ayudar. En los nombres no me fijo, lo hago más en lo que me pueda dar un jugador para este partido, y creo que la cuestión está en no errar a la hora de elegir.

-Desde su llegada al Granada, los onces han sido claro y se han caracterizado por ser pragmáticos, por poner a cada jugador donde mejor rinde.

-Creo que los entrenadores, muchas veces, perdemos el control, y cuando no salen las cosas, cambiar. A mí también me ha pasado. Por mi experiencia, creo que hay que aplicar el sentido común. ¿Cuándo un jugador rinde más, se divierte más? Cuando no le obligas a hacer una cosa que no quiere. Le hemos tendido la mano a jugar de una manera, ellos la han aceptado, y hemos colocado a los jugadores en esas posiciones. En Anoeta cambiamos de pierna a Lass y Rochina porque creíamos que, con esas características, a ese equipo le íbamos a hacer más daño, y se adaptaron también. La predisposición de los jugadores es total, y para un entrenador es la mayor satisfacción.

-¿En qué porcentaje se encuentra este Granada del que tiene en mente?

-Ahora no miro ningún porcentaje, sólo ganar tres puntos. No nos da tiempo a entretenernos. Hemos vivido cada partido como una final, estamos en el último, y si nos paramos a matizar, nos equivocaríamos. Hay que potenciar las virtudes de los jugadores y minimizar los errores que se han cometido, además de hacer caso omiso a muchas cosas en las que durante una temporada haríamos más hincapié.

-Explique cómo ha recuperado del ostracismo a jugadores como Rochina y El Arabi.

-Sólo puedo expresarme en lo que he trabajado con ellos. Cuando uno tiene el poder de convencimiento sobre lo que quiere, tiene que perseguirlo. Lo he perseguido con esos jugadores porque los conocía, porque creía en lo que podía sacar de ellos. La mano que les he tendido la han cogido, se han comprometido con el equipo y, lo fundamental, es que han trabajado para el equipo. Se han dejado de ese talento que sólo beneficiaba individualmente y han hecho una ecuación de talento, mas motivación, mas sacrificio, y el equipo se ha beneficiado de ella, que eso es lo que me interesa.

-¿Ha envejecido estas semanas?

-No, pero sí he vivido cosas que en otros sitios me ha costado vivir en meses. Hay que vivir a base de retos. Es mi manera de vivir, mi filosofía de cómo debe afrontarse una situación, y estoy encantado. Hay quien vive mil años y no disfruta lo mismo que quien vive diez. En estas semanas he disfrutado más que otros entrenadores que llevan años con el mismo equipo.

-¿Ha hablado con el presidente?

-Charlé en Anoeta. Él está en otros temas y no le gusta bajar hasta las previas de los partidos, pero todo lo que me transmite es confianza en lo que nos propusimos cuando vine. Si el capitán del barco me hizo entender que se podía, yo sólo he hecho de puente con la plantilla. Hemos devuelto el sueño a la afición y sólo queda que se cumpla.

-¿Se ha ganado la renovación, salve o no al equipo?

-No pienso en ello porque sería injusto. Vine con un objetivo y me lo quiero ganar con mi trabajo. Si ahora pienso en ello, estaría traicionando mis principios. Estoy agradecido a Pina por haberse fijado en mí, y cuando se acabe nos daremos un abrazo porque lo vamos a conseguir, me iré a casa y esperaré a que ellos hagan su planificación, y si encajo, bienvenido sea. Si no, agradecido eternamente por lo que estoy viviendo.

-¿Se va a salvar el Granada?

-Se va salvar porque esta ciudad nunca se rinde, ha demostrado que quiere quedarse en Primera, y la plantilla no va a ser menos. Si no hubiese creído, no hubiera venido.