El Covirán Granada está a una victoria de poder cantar el tan ansiado ascenso a la Liga LEB Plata. Los nazaríes se deshicieron en la prórroga del Albacete, equipo anfitrión, por 76-80. Los de Pablo Pin se juegan el salto de categoría esta tarde ante el filial del UCAM (17:00 horas).

Los primeros minutos no tuvieron dominador. La segunda falta personal de Berni Castillo y Jorge Fernández los llevó prematuramente al banco. Con empate a 13 se entraron en el último minuto de cuarto. Dos tiros libres anotados por Ordín y una canasta de Miki Almazán dieron una ventaja de cuatro a los suyos, pero fue contrarrestada en un punto tras tiro libre de Scott (14-17).

Didi inauguró el marcador del segundo cuarto, volviendo a anotar un minuto más tarde (14-21). El partido siguió en los mismos derroteros que el anterior cuarto: la gran defensa nazarí maniató a los tiradores locales, pero el poco acierto en el lanzamiento les impidió abrir brecha en el luminoso. Una sequía anotadora de dos minutos fue rota por un triple del local Gray (19-21), obligando a Pablo Pin a pedir tiempo muerto. Dos nuevos triples de este jugador colocaron el 25-23, pero una personal y una técnica al entrenador local dio respiro al equipo de Pin (25-26). Con un triple de Jesús Fernández sobre la bocina se llegó al descanso (32-29).

Ferry despertó de su letargo y con cinco puntos consecutivos puso en franquía a los suyos (39-32), pero dos triples de Nacho Ordín y un tiro libre convertido tras técnica a Sekelja repararon la brecha. Un nuevo lanzamiento desde la línea de 6,75, esta vez de Nogueras, dio por primera vez en mucho tiempo ventaja a los granadinos (43-46). Un 11-0 de parcial en los dos minutos fue casi letal (54-46).

El Covirán empezó en el alambre el último cuarto, pero apareció Pablo García para convertir un 3+1 que volvió a meter a su equipo en el partido. El parcial siguió aumentándose y un triple de Nacho Pin, unido a una canasta de Didi, permitió remontar el partido. Los locales reaccionaron y volvieron a tomar una ventaja relativamente cómoda (63-57). A falta de ocho segundos, Ferry puso el 66-64 en el marcador. El entrenador rojiverde paró el partido para planificar una última jugada. Nacho Ordín la maduró hasta que se inventó una asistencia para que Jesús Fernández mandara el choque a la prórroga.

En el tiempo extra, el partido se movió en medio de un incesante intercambio de canastas. Los locales anotaban desde el tiro libre, mientras que el Covirán respondía por medio de Javi Hernández. Precisamente fue el ala pívot granadino el protagonista del partido. El conjunto rojiverde tuvo la posesión final, Nogueras se la jugó desde cuatro metros, pero el balón no entró y tras un palmeo de Jesús Fernández el balón le llegó a Javi, que anotó a falta de tres segundos. Los locales perdieron la pelota y Nacho Ordín tuvo dos tiros libres que permitieron a su equipo jugar el último segundo una tranquilidad más que merecida después de un encuentro de infarto.