Debut feliz. Y bueno. Cristiano Biraghi llegó, vio, salió y cumplió; así lo demuestran sus 12 pases acertados o sus 11 recuperaciones. Como anunció Sandoval en la rueda de prensa previa, el italiano formó en el once inicial ante la baja por sanción de Salva Ruiz. No lo va a tener nada fácil el valenciano para hacerse fijo en el flanco zurdo. Biraghi demostró ser un defensa inteligente, condición que viene a completar sus facultades técnicas.

Es expeditivo y tiene demostró capacidad de anticipación y controla bien la línea de pase cuando tiene que seguir a su par. Y con un hándicap: apenas lleva en la ciudad cuatro días, lo que no ha sido óbice para que asuma los conceptos y necesidades que le requería Sandoval. Incluso cuando el Granada aún no había entrado en el choque, y el Getafe buscaba llevar la iniciativa, apareció el internacional sub 21 -entre otras categorías- con la azzurra.

El transalpino debió hacer frente a las llegadas por su banda de Pedro León, el jugador que más dinamizó el ataque azulón. Acertado en los pases y destacado en la recuperación, Cristiano Biraghi necesitó algunos minutos para tomarle la medida al muleño, que al principio se impuso en su emparejamiento con el futbolista rojiblanco.

Ya en la segunda parte, el futbolista cedido por el Inter de Milán completó su buena actuación. Al igual que en los primeros cuarenta y cinco minutos, estuvo algo dubitativo en los compases iniciales, aunque con el paso del tiempo fue ganando en confianza para terminar obligando a Fran Escribá a sustituir a Pedro León, que dejó su lugar en el campo a Lafita en el 61'.

Minutos más tarde, en una acción individual de Rubén Rochina, Cristiano Biraghi hizo su primera y única incorporación al ataque del partido. Desdobló al valenciano, pero este optó por la aventura en solitario.

Menos suerte tuvo en la recta final. Con el Getafe volcado para buscar el empate, el granadinista llegó tarde y cometió su primera falta como rojiblanco, viendo así, y de forma justa la amarilla en un partido con final feliz.