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Una final inesperada

  • La campeona de Europa, en apuros para poder defender su corona en Francia, está obligada a ganar a Eslovaquia para recuperar el liderato del grupo. Diego Costa, novedad en un once clásico.

El estadio Carlos Tartiere de Oviedo acoge una final de la fase de clasificación a la Eurocopa 2016, en la búsqueda de la defensa de la corona europea de España, que se juega el primer puesto de grupo y el acceso directo a la cita en Francia, obligada a vencer a una Eslovaquia que firma el pleno de triunfos. Ocho años después España perdió un encuentro en competición europea. Llevaba 36 partidos de fases de clasificación sin el amargo sabor de la derrota. No perdía desde el 7 de octubre de 2006, ante Suecia, hasta que cayó en una trampa en Zilina, con Eslovaquia, el 9 de octubre de 2014. En un partido ya clásico de los rivales que respetaban a la campeona del mundo y Europa, el planteamiento defensivo y al contragolpe, encontró el premio con un zarpazo final del veloz Miroslav Stoch a tres minutos de los 90 reglamentarios que condicionó el camino de la Roja a la Eurocopa de Francia.

Eslovaquia creció tras derrotar a la gran favorita y no falló en toda la fase para llegar a Oviedo como sólido líder con 18 puntos, con tres de ventaja sobre España que debe ganar para arrebatarle la posición de privilegio y dar un paso de gigante a la Eurocopa. Para ello tendrá el apoyo de su afición que llenará el Carlos Tartiere.

Regresa al pasado de menos éxito Vicente del Bosque para buscar el objetivo. Con 16 de los convocados presentes en el fracaso del Mundial, encargados ahora de guiar a España al intento de un nuevo éxito en algo inaudito, tres Eurocopas consecutivas, con el regreso tiempo después a la convocatoria de jugadores como Diego Costa y Mata, para el que junto a Cazorla será muy especial la vuelta a Oviedo, su lugar de origen.

Regresa Costa directo a la titularidad como nueve, aprovechando la baja de Morata por la lesión que marcó su inicio de campaña, y con la misma ansiedad por el gol con la que visitó Eslovaquia hace once meses. Se siente en deuda con Del Bosque y con España, alejado de su mejor versión cada vez que se enfunda la camiseta roja desde que decidió renunciar a Brasil. Ante sí el mejor momento para empezar a aportar nutrido de balones por Iniesta, Pedro y Silva.

Tiene claro el once Del Bosque que mantiene una duda por despejar. No las hay en portería, donde Casillas sigue con la titularidad con De Gea lejos de su mejor forma tras no jugar con el Manchester United en pretemporada y ver frustrado en el último minuto su traspaso al Real Madrid. En defensa Juanfran, Piqué, Sergio Ramos y Jordi Alba son indiscutibles. El seleccionador español debe decidir quién acompaña en la medular a Busquets. Tiene tres opciones para un puesto: Koke, Cazorla y Cesc. La experiencia del último, a tres partidos de convertirse en centenario, puede ser decisiva en el pulso en un momento clave.

Eslovaquia, dirigida con éxito por Jan Kozak, saborea su mejor momento. A un paso de su primera gran cita tras vencer a España por primera vez desde que nació en 1992, tras la división de Checoslovaquia, en el que era su quinto enfrentamiento en 23 años.

Su falta de nombre en el cartel europeo no confunde al cuerpo técnico dirigido por Del Bosque, que siempre mostró gran respeto por el rival, y no debe hacerlo con la afición española. Eslovaquia firma la mejor racha de su historia antes de pisar el Tartiere, sin perder un partido desde mayo de 2014, ante Rusia, con pleno de triunfos en la fase de grupos y los amistosos que ha disputado.

Llega condicionada al duelo que decide el liderato por bajas en su equipo titular. Kozak tiene problemas en el centro de la defensa, donde pierde a sus dos centrales titulares. Martin Skrtel, del Liverpool, deja sin su experiencia a la zaga por una sanción y Durica, que juega en el Lokomotiv de Moscú, no viajó a España por lesión.

El seleccionador eslovaco tendrá que decidir la inédita pareja de centrales entre cuatro opciones: Hubocan, habitual lateral zurdo (Dinamo de Moscú), Gyömbér, al que suele adelantar como medio centro destructivo (Roma), Saláta (Slovan Bratislaba) y Michalík (FC Kairat). A los que espera Diego Costa con ganas de pelea. Los condicionantes de Eslovaquia no terminan en defensa. Futbolistas que marcan su juego, como el medio centro Kucka, que acaba de comenzar su etapa en el Milan italiano, también es baja por sanción y un futbolista con experiencia en España, Vladimir Weiss, que militó en el Espanyol, no estará por lesión, por lo que toda la responsabilidad recaerá en su estrella, el rápido delantero del Nápoles, Marek Hamsic.

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