Lo que son las cosas. El primer equipo que en competición oficial va a visitar el Palacio de Deportes en esta nueva etapa del baloncesto granadino es el Cambados que precisamente dirige el que fue entrenador ayudante del CB Granada durante cinco años (2006 a 2011). Miguel Ángel Hoyo (Ceuta, 1973) vuelve a la que fuera su casa durante un lustro. Así lo dice y así lo siente un técnico que se ha baqueteado como primer entrenador en sitios tan dispares como Guinea Ecuatorial y Dinamarca. Ahora afronta un nuevo proyecto con mucha ilusión, la que pone siempre cada vez que ve un balón de baloncesto.

-¿Mañana un día especial?

-Mucho. Durante esta semana me han llamado amigos desde Granada. Estuve cinco años como en mi casa. Todo el mundo me trató bien. Pero que el baloncesto profesional vuelva al Palacio después de la triste desaparición del CB Granada es muy emotivo y bonito. Ya es casualidad que mi primera salida sea Granada. Sin duda será un día muy especial.

-¿Qué recuerdos guarda de esos tiempos?

-En Granada disfruté y aprendí mucho en una gran competición como es la ACB. Fue mi primera experiencia fuera de Galicia y maduré mucho viendo otras formas de trabajar.

-¿Qué momento que aún mantiene en la retina?

-Recuerdo como muchos aficionados el partido en el que nos salvaos ante el Tau. Fue una temporada extraña, pues al final de la primera vuelta casi nos metemos en la Copa del Rey, pero luego sufrimos mucho en la segunda vuelta y logramos la permanencia en un encuentro en el que todos recordamos la memorable actuación de Mensah-Bonsu. También fue destacable el décimo puesto que logramos en la campaña 2009/10 con jugadores como Ingles, Hunter, Hendrix, Jesús Fernández, Pablo Aguilar, etc.

-¿Mantiene relación con algún jugador de esa época?

-Durante esos años el club era como una familia y sí, mantengo el contacto con muchos jugadores, como es el caso de Jesús Fernández. También tengo la amistad de Óscar Fernández y Pablo Pin, que están haciendo las cosas muy bien, poco a poco, pero de forma segura.

-Cuando salió de Granada no tuvo ningún reparo en salir de España para seguir formándose como entrenador.

-Fueron oportunidades para ser primer entrenador. En Granada y antes en Breogán fui ayudante, así que me llegó el momento de dar un paso adelante. Además, para mí fue importante conocer otras culturas y otras formas de entender este deporte y, de paso, para valorar la estructura del baloncesto español. Cuando muchos jugadores extranjeros quieren venir a España es por algo. Ahora estoy en un club pequeño, pero toda su estructura es profesional. Guinea y Dinamarca han sido parte del proceso de mi formación. Como entrenador aspiro a todo y estos pasos hay que darlos.

-Ahora en Galicia está práticamente en su casa. ¿Qué puede decir de su nuevo club?

-Pues que el Cambados es un club pequeño, pero con mucha tradición en Galicia y que ha ido siempre poco a poco. Este año se ha dado un pasito más hacia el baloncesto profesional. Los sueldos son pequeños, pero todos somos profesionales. También tengo que destacar que Cambados es un pueblo de unos quince mil habitantes y el club cuenta con ochocientos socios.

-¿Qué parámetros quiere imponer al juego de su equipo?

-Me gusta jugar rápido y hacer buenos tiros es nuestra máxima. Nuestro primer partido fue de muchos puntos (su equipo ganó al Valladolid por 118-105) porque hubo demasiado ritmo. Pero nunca hay que olvidar la defensa, que es vital en el baloncesto. En Granada tendremos que defender muy bien.

-¿Qué partido espera mañana en Granada?

-Será duro. Creo que Granada tiene una de las mejores plantillas de la categoría, es equilibrada y tiene potencial. Y cuenta con muy buenos jugadores como Jorge, Berni y Jesús, al que tendremos que parar. Además, han fichado buenos americanos.

-¿Qué opina del trabajo que está haciendo Pablo Pin?

-Creo que lo está haciendo muy bien. Ha ido ascendiendo con el club, aunque pienso que este año es muy importante para él porque esta categoría, al ser profesional, exige mucho más. Pero ha demostrado que está muy preparado.