El Barcelona se enfrenta a un serio problema de exceso de futbolistas en el centro del campo con la llegada de André Gomes a las filas azulgranas.

El portugués se suma a Iniesta, Rakitic, Denis Suárez, Sergi Roberto, Rafinha y Arda Turan, con lo que, dando como fijo a Busquets, hay un total de siete jugadores para dos puestos, siendo el turco el que tiene más posibilidades de abandonar el club.

El Barcelona, en cambio, necesita un delantero que supla al tridente de oro formado por Leo Messi, Neymar y Luis Suárez. Munir aún está verde, Sandro ha puesto rumbo al Málaga, y, aunque es cierto que Denis y Rafinha pueden jugar como extremos, la necesidad de un relevo de nivel es innegable.

Para esta nueva incorporación, además de para aligerar la nómina de la plantilla, hará falta dinero y el Barça invirtió en su última incorporación un mínimo de 10 millones más de los 25 de los que disponía para acudir al mercado de verano tras cumplir la sanción impuesta por la FIFA. Con esta problemática entre manos, el club catalán tiene dos opciones: tirar del fondo de fichajes de la próxima temporada, como ya hiciese en 2014, o programar alguna salida para cuadrar cuentas.

La del turco es la más factible, con 18 partidos jugados (la mitad como titular), aunque Luis Enrique dijo muy claro que cuenta con él. La competitividad por ganarse la titularidad en la medular azulgrana es enorme.