Una vez superado el ecuador de la pretemporada, con la concentración de San Pedro del Pinatar ya dejada atrás y a menos de tres semanas para que se levante el telón oficial de la Liga, el entrenador del Granada, Paco Jémez, se sentó en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva para hacer balance de sus primeros días como técnico rojiblanco.

El técnico no echó balones fuera y reconoció la falta de garantías que supone comenzar el campeonato con la plantilla a medio hacer. Pero también dio a entender que sabía lo que le esperaba cuando vino y que el club se está esforzando al máximo por traer los jugadores que faltan. Eso sí, para lo que hay, casi todo elogios.

El técnico dijo que estaba "encantado" con la "predisposición al trabajo, la capacidad para trabajar y el sacrificio" de sus jugadores porque "han entendido que esa es la base para lo que tiene que venir, para un equipo que quiere hacer cosas importantes".

"Tenemos aún mucho margen de mejora, tanto físico como de adquisición de métodos y procedimientos de trabajo", destacó el preparador, quien es consciente de que su forma de jugar "no es sencilla", no es una manera de comportarse en el campo "que en poco tiempo se domine", por lo que requiere un esfuerzo extra y un tiempo de más de aprendizaje por parte de los suyos.

"Quedan tres semanas para empezar a competir pero ya se ven cosas que empiezan a gustarme", añadió el técnico, quien aclaró que su objetivo es "ser cada día más un equipo con vistas al primer partido ante el Villarreal", momento en que tiene claro que "no se va a ver el mejor Granada de la temporada pero espero que sí sea ya un equipo óptimo para empezar a competir".

La mayor parte de la comparecencia de Paco estuvo centrada en los refuerzos que aún tienen que llegar al Granada. Jémez apuntó en principio que "el club está trabajando todo lo que puede y más para traer los jugadores" que le hacen falta, sin ocultar que "cuanto más tarden es peor para todos".

Añadió que "cuanto menos tiempo tenga para trabajar con ellos, menor será el periodo de adaptación" y que, a lo mejor, tienen que empezar la Liga "sin estar con el trabajo suficiente" como para que haya "garantías para que pueda salir bien la cosa".

El preparador insistió en que "el club está haciendo todo lo que puede para que las incorporaciones tarden lo menos posible" porque "cuanto más tiempo tengamos, mejor para el equipo, para mí, para el jugador, para todos", incidiendo en que "algunos vendrán mas tarde de lo que nos gustaría por consecuencias del mercado y de nuestra situación actual".

"He venido trabajando así muchos años en el Rayo Vallecano porque todos los años se me iban en torno a quince o dieciocho jugadores y, al final, te acostumbras a trabajar así, pero eso no quiere decir que sea la forma más idónea. Hemos llegado a un sitio que tenemos que cambiar muchas cosas y eso requiere tiempo", sentenció.

El preparador rojiblanco no quiso especificar los puestos que debe reforzar el Granada: "Eso es algo particular y es muy delicado porque influye a gente que tiene que salir, por lo que hay que llevarlo con la mayor cautela posible. Puedo decir qué necesitamos y puede resultar que no haya en el mercado cosas que nos convenzan. Son cuestiones personales, privadas y delicadas que afectan a jugadores que pueden salir y no lo voy a hacer público".

El técnico sí que reconoció que sabía que llegaba a un club en el que "el movimiento iba a ser amplio" y que intuía que la formación de la plantilla se podía "alargar en semanas", por lo que la situación actual era algo "con lo que contaba".

Sobre lo que le espera esta campaña, reconoció que su trabajo será "intentar sacar de los jugadores el máximo posible, lo que nadie ha sacado de ellos hasta ahora" y que para eso es "cauto a la hora de ver trabajar a la gente y de entender cuál es su techo".

"A lo mejor hay jugadores que creen que pueden estar fuera y sin embargo los veo jugar y entrenar, y cambio de opinión. Tenemos tres semanas por delante todavía antes de empezar la Liga. Ojalá que haya muchos jugadores que no han podido dar mucho rendimiento en años anteriores y que esta año lo den para que esto vaya adelante y a buen puerto", aseveró el preparador canario.

Sobre Barral, el único delantero puro con lugar asegurado en la primera plantilla, explicó que está "encantado de cómo está trabajando, como con el resto", porque no tiene "malas palabras para ninguno" y la "ilusión y ganas de todos" le llenan "de confianza", aprovechando la ocasión para recordar que "Barral está solo porque no hemos podido traer ahí a nadie pero tienen que venir jugadores, igual que en otra posiciones".

El técnico dijo sobre los jugadores del Granada B que están haciendo la pretemporada con el primer equipo que le transmiten "mucha confianza" y que seguir con ellos "dependerá de ellos y de su trabajo".

"Queremos que la gente de Granada vea que la gente joven compite con el primer equipo. Será una norma. Vamos a trabajar mucho y los vamos a tener muy controlados porque son parte de nuestro futuro. Es trabajo mío preocuparme y estar trabajando con Luis (entrenador del B), ver juveniles y tener la mayor información posible de nuestra cantera", sentenció.