Francisco Manuel Jémez Martín ya es historia del Granada CF y no pasará a los anales por su gran cantidad de partidos ganados, ninguno. El cordobés ha sido el técnico que menos tiempo ha durado en el cargo, sin contar el partido que dirigió como interino Joseba Aguado. Tan sólo seis jornadas sentado en el banquillo nazarí, con un balance desastroso. Cero victorias, dos empates y cuatro derrotas, en ocasiones ante equipos muy asequibles.

Jémez ha querido asumir "toda la responsabilidad" por la situación en la que se queda el equipo y lo cierto es que parte le pertenece, pero no toda. Le pertenece en el momento en el que llega al club y, fiel a su idea, hace una dura criba por la que desaparece la columna vertebral del equipo. Esta actitud en ningún momento es reprochable, pero si está claro que ha tenido consecuencias. Sobre todo si algunos de los jugadores pretendidos por la entidad se escapan y el último día de mercado hay que fichar a más de la mitad del once inicial.

Se deja entrever algo de falta de planificación por parte de unos inversores y equipo directivo a los que el estilo que tiene Jémez de desenvolverse les ha pillado completamente por sorpresa. El caldo se conció poco a poco y las declaraciones de Jémez casi cada jornada subieron el fuego poco a poco hasta que la olla terminó por hervir y desbordarse. El técnico nacido en Las Palmas ya es historia del club nazarí y su nombre se suma al de los otros siete entrenadores que han dirigido al equipo en esta etapa en la máxima categoría del fútbol español.

En la temporada 2011-12 Fabriciano González guió al Granada en la primera vuelta del regreso a la máxima categoría. En esos 19 partidos logró el mismo número de puntos. Tras quedar apeado de la Copa ante la Real Sociedad y con tres derrotas consecutivas Fabri fue cesado.

Tomó el relevo Abel Resino, uno de esos entrenadores consagrado como 'salvaequipos' y lo logró, aunque no sin sufrimiento. Cómo olvidar el suspense de aquel 13 de mayo en Vallecas. 23 puntos, 7 victorias, 2 empates y 10 derrotas fueron sus números.

Para la segunda temporada llegó Anquela. Aguantó dos partidos más que Fabri, hasta la jornada 21, en la que una derrota por 3-0 en el Sánchez Pizjuán dictó sentencia. Tras él tomó el mando Lucas Alcaráz. El granadino fue al rescate del equipo de sus amores. Su primer partido fue ante el Real Madrid y el Granada ganó.

Fue Alcaráz el único capaz de mantenerse en el banquillo nazarí una temporada completa, en la 2013-14, las críticas a su juego acabaron por cansar al técnico que decidió no seguir al frente cuando acabó la temporada.

El cuarto año fue el que más movimiento tuvo. Empezó con Caparrós, tras 18 jornadas y solo cosechar tres victorias llegó la segunda etapa de Resino, muy malos números también, 2 victorias en 15 encuentros. El equipo se encomendó a Sandoval para los últimos cuatro partidos, tres victorias y un empate, el milagro.

El propio Sandoval comenzó en el banquillo el año pasado. Con 5 victorias en 25 partidos el milagro se desvaneció y abandonó las tierras granadinas. José González llegó y sus números aseguraron la permanencia con una consistencia nunca antes vista en Los Cármenes: cinco victorias y cuatro empates en 13 partidos.