Los Cleveland Cavaliers defenderán por primera vez el título en una nueva temporada que comenzará la madrugada del martes al miércoles. Sin embargo, los favoritos vuelven a ser los Golden State Warriors, que fueron apeados en el séptimo partido de su segundo anillo consecutivo y que ahora vuelven reforzados con el gran fichaje de Kevin Durant.

A pesar de los abudantes movimientos y refuerzos con los que el resto de los franquicias se han armado durante el descanso veraniego, los dos finalistas son los que cuentan con las plantillas necesarias para estar de nuevo en la gran final.

El sentir mayoritario de los expertos, al que se unen los gerentes generales de los 30 equipos de la NBA, es que habrá un tercer duelo consecutivo en la final entre los Warriors y los Cavaliers el próximo mes de junio.

Los de Ohio han concedido a LeBron James todo lo que les pidió, es decir, repetir plantilla, sin que al dueño, Dan Gilbert, le importe tener que pagar contratos de 345 millones en los próximos cuatro años a los cinco jugadores titulares.

Su última inversión ha sido darle al escolta J.R.Smith un contrato por cuatro años y 57 millones de dólares, lo que deja a los Cavaliers con una nómina de 122 millones, 28 por encima del histórico tope salarial que habrá esta campaña de 94 millones.

Los Celtics, que se reforzaron con la llegada de Al Horford, se presentan como los que está más cerca de luchar por superar a LeBron y los suyos en el este, conferencia a priori más débil.

En la otra conferencia, los Warriors no sólo mantuvieron a sus grandes figuras -Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green-, sino que sumaron al agente libre más codiciado, Durant.

Su condición de favoritos al título se expresa las apuestas: superan con marca histórica a los siguientes en la lista, los Cavs.