Una victoria sufrida y de gran mérito por las adversidades que rodean esta temporada a la plantilla, quedó casi en anécdota después de los episodios que se desencadenaron al final del partido. De la alegría por los tres puntos se pasó a la tensión en el vestuario. Los futbolistas comunicaron que no abandonarían el estadio hasta que no les hicieran entrega de la recaudación del encuentro. Esa situación fue el inicio de unos acontecimientos que se sucedieron y que provocaron que hasta pasadas las nueve de la noche no se cerrara la instalación, porque de allí no se iban ni jugadores, ni directivos en funciones, ni los que se postulan como alternativa.

El Granada CF superó al Ceuta porque le puso más coraje. Sacó adelante un partido que se presentaba muy complicado y que en efecto lo fue. Por dos veces se adelantó el conjunto caballa en el marcador y tras lograr empatar en el inicio de la segunda parte, en los instantes finales un golazo de Lafuente al borde del área, otorgó un triunfo por el que hubo que sudar 'sangre'.

Los problemas económicos ya conocidos han dejado una plantilla muy justa y eso provoca que se salga a competir con limitaciones. Óscar Martínez, la gran apuesta del ataque para esta campaña, está lesionado y va a permanecer fuera de combate durante un mes y medio, lo que da la alternativa a Fonseca. Con la marcha de otros jugadores como Zúñiga, Candela, Igotz Garde y Jonhy, el técnico toledano se encuentra con lo puesto para tratar de tirar hacia adelante. Esta situación otorga más mérito a cada punto que se logra, y más cuando es ante equipos de nivel y que aspiran por presupuesto a estar situados en la zona alta. Éste es el caso del Ceuta. A base de garra el equipo superó todas las adversidades y se fue a casa con la satisfacción de los puntos y con el amargor tras lo sucedido al finalizar el choque.

Fue un partido equilibrado. El conjunto entrenado por Benigno Sánchez mostró sus hechuras de candidato a las eliminatorias de ascenso desde un principio. Bien asentado sobre el terreno de juego y empleando la velocidad para construir sus ataques. De esa manera logró adelantarse. Álvaro recibió un pase en profundidad, le ganó la carrera a los defensas y ante la desesperada salida de José Antonio lo superó al levantarle el esférico. Por fortuna, el varapalo le duró poco al Granada CF, ya que en el siguiente minuto un centro de Javi García desde la derecha fue rematado de cabeza en el segundo palo por Altuna. Los locales se crecieron con el empate y hasta se pudieron situar por delante poco después tras un error de Sandro. El balón le quedó a Fonseca, solo ante Lledó, pero de forma incomprensible golpeó hacia donde se encontraba al guardameta visitante, quien desvió la trayectoria. Fue una oportunidad muy clara y que sin embargo fue desaprovechada.

El Ceuta volvió a asustar. José Antonio tuvo que salir a los pies de Txiki (20') cuando se aprestaba a rematar. Esa opción fue un aviso, porque a la media hora de nuevo se colocó por delante el equipo caballa. David Fas le ganó la espalda a la defensa del Granada CF, que en esa acción se encontraba adelantada, se internó por la derecha tras recibir un pase de Elvis. Entró en el área y batió de tiro cruzado a José Antonio, que dudó en salir de la portería. Fue una primera parte entretenida y que dejó claro que a los de Benigno Sánchez no se le puede dar ninguna concesión porque aúnan calidad para desequilibrar un encuentro, sobre todo cuando construyen su juego ofensivo a través del contraataque.

Los jugadores rojiblancos tuvieron que multiplicar su esfuerzo en la segunda parte. Los interiores no dejaron de presionar la salida del balón, al igual que los que estuvieron más adelantados. Sierra bajó en muchas ocasiones a organizar y a echar una mano en el centro del campo, y así el resto de sus compañeros. Vicente (52') casi empata después de una falta que lanzó desde la izquierda. El tanto del empate se produjo unos minutos después. Fonseca se desquitó del error de la primera mitad y enganchó un disparo raso y ajustado, que entró junto al poste izquierdo de la portería defendida por Lledó.

El partido se calentó en los últimos quince minutos. Los dos entrenadores fueron expulsados, hubo más dureza, tarjetas a diestro y siniestro, y un golazo de Lafuente por la escuadra. El árbitro decidió prolongar más de seis minutos y hubo que sufrir bastante. Álvaro casi empata en el descuento.